El partido sirvió para que el escolta estadounidense Derrick Dial, cuyo rendimiento se ha cuestionado en los últimos días, se erigiese como protagonista al lograr la canasta de la victoria, pese a que ni mucho menos terminase ayer de disipar las dudas existentes en torno a su juego.

 

El Etosa, además, tuvo en su mano la victoria de no ser por el resbalón de Alain Digbeu cuando los alicantinos disfrutaban en la recta final del partido de una última posesión de más de quince segundos.

 

 

El Pamesa saltó a la Fuente de San Luis muy motivado y con ganas de hacer los deberes ante su afición. Tres derrotas en ACB pesan mucho y más en un equipo ganador como el Pamesa.

 

El Etosa no comenzó bien y mostró un juego aletargado que supo aprovechar el Pamesa. Los locales, sin embargo, fueron a menos a medida que transcurrían los minutos. El Etosa aprovechó para terminar de arrancar la máquina guiados por un inspirado Digbeu, autor de diez puntos en el primer cuarto, y ponerse por delante.

 

La incertidumbre hizo mella en los valencianos y se dejó notar en la parcela ofensiva. Pero, desde el banquillo, Casas reaccionó poniendo en cancha al quinteto inicial, algo que contuvo la ofensiva alicantina con defensas alternativas. El Pamesa volvió a entrar en el partido liderado por Timinskas y Garcés.

 

 

El descanso sentó bien a Digbeu, que anduvo algo perdido en el liderazgo alicantino, y el partido entró en una dinámica de constantes alternativas en las que el Pamesa, con su repertorio defensivo y de canastas fáciles, no despegaba. El Etosa, por su parte, no terminaba de cazar en el luminoso pese a las canastas de Larry Lewis.

 

Las expulsiones de Timinskas y Avdalovic dieron un nuevo aire al partido. El Etosa inició la ofensiva final y se situó a un punto (64-63) a falta de dos minutos, un guarismo que finalmente no pudo superar.