Un desastre anunciado en McLaren

La pésima relación entre Alonso y su equipo ha limitado las opciones al título del español.

Siempre dijeron que trataron a ambos por igual, pero nada de eso. Fernando Alonso ha sufrido un año de tensión en McLaren, donde se sintió como un extraño desde el principio. El asturiano no recibió el apoyo necesario para ser campeón y su equipo se quedó sin títulos, haciendo el ridículo. Así se fue deteriorando la relación.

Empieza el mosqueo. Alonso sólo pudo ser quinto en Bahréin y Lewis acabó segundo. «Soy tan competitivo como Alonso», dijo el inglés. Al coche del español le cayó un plafón de iluminación en el box de McLaren (15 abril).

El primer roce. En Mónaco ganó Alonso, pero Hamilton se quejó de que el equipo le había frenado para que no adelantara al asturiano (27 mayo).

Hamilton se escapa. Lewis ganó las dos carreras norteamericanas. El McLaren de Alonso no pudo seguirle. «¿Por qué no puedo ser campeón en mi primer año en la F-1?», se preguntaba Hamilton (junio).

Avería en Francia. Problemas con el cambio para Alonso, que sólo pudo acabar séptimo. Hamilton, tercero, sonreía en el podio (1 julio).

Hungría, la clave. Hamilton denunció a Alonso ante la FIA y consiguió que sancionaran al español con cinco puestos en la parrilla (5 agosto).

Descalificaciones. «Alonso no es la persona que yo esperaba», dijo Lewis. «Todos sabemos cómo celebra McLaren las victorias de uno y de otro», apuntó Alonso (septiembre).

Dennis se delata. El jefe de McLaren fue claro al acabar la carrera de China: «No luchábamos contra Raikkonen, sino contra Alonso» (7 octubre).

Mostrar comentarios

Códigos Descuento