El equipo de Miguel Angel Portugal sacó a relucir sus principios futbolísticos desde el inicio de la contienda y poco tardó en advertir a los blanquiazules de su peligro potencial, sobre todo cuando el gigante serbio tocaba la pelota.

Joaquín Caparrós modificó su once con la entrada del argentino Fabricio Coloccini en detrimento de Sergio González, con Joan Verdú en el centro del campo, el uruguayo Fabián Estoyanoff en la banda derecha, Cristian Hidalgo en la izquierda, y Juan Rodríguez en la media punta, pero los cambios no mejoraron el fútbol del Dépor.

El partido no fue digno de recordar. El Deportivo de Caparrós está seco y le cuesta marcar gol. Su bagaje ofensivo fue bastante limitado.

El Racing peleó todo el partido por el empate.

Tampoco se entregó cuando se quedó con nueve efectivos por la expulsión de Zigic a diez minutos para el final, y salvó un punto ante la inoperancia del Deportivo, que fue incapaz de hacer valer su superioridad numérica y acabó con diez por la expulsión de Cristian en el descuento.

FICHA TÉCNICA DEL PARTIDO

Deportivo de La Coruña (0): Aouate; Barragán, Lopo, Arbeloa, Capdevila; Verdú, Coloccini (Adrián; m.63); Estoyanoff, Juan Rodríguez (Iago; m.69), Cristian; y Riki.

Real Racing Club de Santander (0): Toño; Pinillos, Rubén González, Garay, Luis Fernández; Scaloni (Balboa; m.65), Vitolo, Colsa (Mantabuena; m.94), Oscar Serrano (Cristian Alvarez; m.88); Munitis y Zigic.

Arbitro: Fernández Borbalán (Colegio Andaluz). Expulsó, a los jugadores del Racing de Santander Pedro Munitis (m.51), con roja directa, y a Nicola Zigic (m.80), así como al deportivista Cristian Hidalgo (m.93).

Además, mostró tarjeta amarilla a Antonio Barragán (m.21), Fabián Estoyanoff (m.64), Arbeloa (m.68), Riki (m.76) y Capdevila (m.81) por parte del Deportivo de La Coruña; y a Nicola Zigic (m.24) y Luis Fernández (m.32), por parte del conjunto cántabro.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la decimotercera jornada del campeonato nacional de Liga disputado en el estadio municipal de Riazor ante unos 10.000 espectadores. El trío arbitral y los jugadores de ambos equipos salieron al terreno de juego con brazaletes amarillos de una campaña por la Infancia y contra el SIDA.