La decisión de la junta general extraordinaria del Deportivo de La Coruña de eliminar de los estatutos el "tope accionarial", que fijaba en un uno por ciento el máximo del capital social que cada accionista podía poseer, abre las puertas a la compra del club por parte de cualquier magnate o grupo empresarial.

Un cambio radical con relación al actual modelo del club, el denominado por el presidente Augusto César Lendoiro como "Un Deportivo de todos" y basado en un amplio accionariado con pequeñas participaciones.

Modelo que entró definitivamente en crisis con el fracaso de la ampliación de capital en la que se encuentra embarcado el Deportivo desde julio de 2004 y que según los últimos datos facilitados por el club, el pasado mes de diciembre, tan sólo ha cubierto en algo más de tres millones de euros los sesenta previstos.

Una circunstancia que llevó al consejo de administración del club a anunciar abiertamente a finales del pasado año su intención de plantear una modificación de los estatutos para sacar la ampliación de capital del punto muerto en que se encuentra.

Propuesta que los accionistas del Deportivo de La Coruña aprobaron hoy por una abrumadora mayoría gracias al respaldo de 33.372 acciones, por las 851 que sumaba el "no" y las 332 que optaron por la abstención.

Resultados que permiten la toma de control del club, que el pasado año cumplió cien años de vida, por parte de un único accionista o grupo accionarial, lo que acabaría con el carácter popular y "el espíritu de club" del que presumía hasta ahora el Deportivo.