El Depor está sufriendo esta temporada un mal endémico –la falta de gol– que, en la Liga, le tiene sumido en los puestos de descenso y ayer le condenó a la eliminación en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey ante el Espanyol.

Los coruñeses se replegaron, presionaron con las líneas muy juntas y dificultaron el objetivo de los jugadores de Ernesto Valverde en el primer cuarto de hora, tiempo en el que los catalanes no pusieron a prueba al uruguayo Gustavo Munúa.

Tampoco tuvo trabajo Lafuente, quien únicamente  interveno en un remate de cabeza muy forzado de Rodolfo Bodipo, justo antes de que Luis García abriera el marcador tras un contragolpe iniciado por el portero perico.

El conjunto blanquiazul se repuso del mazazo, pero sin eficacia: sendos cabezazos de Coloccini y Bodipo fueron repelidos, respectivamente, por Lafuente y por el larguero.

Los gallegos mantuvieron el empuje ante la meta del Espanyol en la segunda parte con un insistente Lafita, que no supo resolver ninguna de las tres claras ocasiones de las que dispuso.

Después de muchos intentos, el Depor obtuvo su premio desde el punto de penalti, tras una mano de Lola, que convirtió Sergio, igualando la eliminatoria.

Aunque en la prórroga los coruñeses continuaron presionado a su rival, fue Tamudo el que decidió el encuentro con un remate de cabeza.