El Depor sigue sin encontrar el camino de la victoria en Riazor, donde no gana desde la tercera jornada, el dos de septiembre, cuando lo hizo ante el Betis (1-0). Ayer pagó una mala primera parte y los errores del árbitro Pérez Burrul, quien anuló un gol legal a Xisco y tampoco quiso ver penalti en una entrada de Ayala sobre el mismo delantero deportivista.

Con mucho frío en Riazor, ambos conjuntos tardaron más de diez minutos en entrar en calor, tiempo que dedicaron a tantearse, practicar un fútbol trabado y mover el balón a trompicones.

Al cuarto de hora, un fallo defensivo –esos que tan caro le están costando al equipo blanquiazul– significó el gol visitante, en un córner mal defendido por los zagueros y por el guardameta Munúa. Diego Milito no perdonó la licencia.

Tras el descanso, el entrenador del Depor, Miguel Ángel Lotina, cambió el esquema para intentar remontar el encuentro con dos delanteros en el campo (Rubén y Xisco), y sin Verdú en el enganche, una variación que animó el juego de los blanquiazules y cambió el panorama.

Pero ayer todos los delanteros coruñeses tenían el punto de mira desviado y tuvo que ser un defensa, el argentino Fabricio Coloccini, el que estableciera el empate definitivo, que no sirve para que el Depor escape de la zona de descenso.

«Entendería mi destitución»

El entrenador del Depor, Miguel Ángel Lotina, afirmó ayer que «si el presidente considera que hay que cambiar, lo entenderé por la clasificación. Creo que estamos trabajando muy bien, pero la clasificación es la que es y, si toma esa decisión, me iré como vine, callando». Además, el empate de ayer ante el Zaragoza dejó una idea clara en la mente del entrenador del Depor, Miguel Ángel Lotina: «Después de lo visto hoy, hay que jugar con dos puntas en casa. Creamos ocasiones y provocamos un penalti que para mí ha sido».