El piloto de Fórmula 1 Carlos Sainz es una voz autorizada para opinar sobre el peso de llevar un apellido legendario. El español se refirió a sus inicios, en los que le señalaron por ser el hijo de todo un bicampeón del mundo de rally.

Esa situación la vive ahora Mick Schumacher, hijo del heptacampeón de F1, por lo que las conclusiones que Sainz sacó este jueves ante la prensa en el circuito de Shanghái pueden servir a la joven promesa del automovilismo, que participó en sus primeros test de la máxima categoría hace dos semanas ante una gran expectación mediática.

Sainz reveló que sus comienzos no fueron fáciles, aunque “al final aprendí a sacar lo positivo de tener un padre dos veces campeón”. También destacó que “a veces la atención mediática no es tan mala”.

A sus 24 años, el español asegura que cuando comenzó a correr en karts “intentaba hacerme amigo de todos, relacionarme con mucha gente, pero luego llegaba a pista y me daban por todos los lados".

La lección de su padre fue: 'O peleas o te van a dar'. Fue entonces cuando “me di cuenta de que tenía que golpear más, empecé a ser un poco más agresivo y fue mejor para mí".

Sainz compite este fin de semana en el Gran Premio de China, tercero de la temporada, que supondrá la carrera número mil de la F1. "Es una cifra importante para la Fórmula Uno y ser parte de ella es algo de lo que me siento orgulloso".