José Fausto ya ha cumplido con su rutina diaria: recorrer con un grupo de amigos entre 60 y 90 kilómetros con su bicicleta, "sólo perdono el lunes y el viernes". Pepe, como le gusta que lo llamen, es el ciclista más veterano de España, pero su edad no le impide sentirse como un niño sobre la bici." ¿A que no parece la edad que tengo?", pregunta a 20minutos con su voz cercana y amable.

El pasado domingo, su amigos del club ciclista Mollina quisieron adelantar su ochenta cumpleaños (18/10/1929) y darle así un homenaje con una subida desde su pueblo natal al Torcal de Antequera (Málaga), 30 kilómetros de travesía con 15 en ascenso. Ese día, Fausto 'ganó' su primer maillot amarillo, con la inscripción: "Tengo 80 años".

"Me hubiera gustado dedicarme al ciclismo profesional, pero no había dinero. No eran tiempos fáciles, no había trabajo en el pueblo", comenta el veterano ciclista mientras recuerda el año 56, cuando corrió la primera etapa de la Vuelta a Andalucía. "No pude seguir, iba por libre y no tenía dinero para continuar".

Con 12 años dejó el colegio, se fue a Barcelona de carpintero, emigró a Alemania y a Francia, y con los años y del brazo de su mujer volvió a su pueblecito malagueño. "De veterano es cuando más estoy disfrutando de la bici", pasión que no han continuado ninguno de sus 6 hijos ni de sus 7 nietos. Siempre que puede acude a alguna carrera, donde en más de una ocasión los más jóvenes le piden entre bromas que enseñe el DNI, "este hombre nos está engañando".

Contador, el dopaje y su tensión

Aficionado al ciclismo profesional, Pepe no se pierde ninguna carrera importante. "Ahora estoy siguiendo la Vuelta, los que más me gustan con Valverde y Contador, todos tienen mucho mérito". ¿Y el dopaje? "Ni lo conozco ni lo quiero conocer, no hace falta para nada. Hay cosas sanas que te ayudan a estar en forma". Fausto repite con insistencia que "hay que cuidarse y hacer deporte". Y con entusiasmo cuenta su dieta: "nada de grasas, verduras, frutas, pasta..." Su único 'achaque', la tensión. "Los vecinos me ven en el médico y me preguntan extrañados que qué hago ahí". A Pepe no le faltan "ganas de vivir".