Cuando no hay más meta que la satisfacción personal de ir superando obstáculos, el ciclismo cobra un sentido especial.

El desgaste de cubrir determinados kilómetros, rodar por un paisaje verde en otoño, sentir la brisa de los primeros días de la primavera... Todas son sensaciones muy placenteras que, sin embargo, tienen su cenit en la montaña.

La tarea más costosa, pero la más gratificante: la de subir durante horas.

Coronar un puerto en bicicleta es una metáfora de la vida: una pendiente que dificulta el pedalear, pero a la que se vence, no sin sufrimiento, con persistencia y entrega.

Cada puerto es un mundo; cada reto, una nueva aventura. Y en los tiempos de las dudas en este deporte, en el mundo de los aficionados al ciclismo ha nacido una iniciativa que consagra la montaña, el esfuerzo, la ambición de querer autosuperarse: la de ‘cazar’ puertos.

La idea es simple. Dentro de toda la geografía peninsular, distribuidos por provincias, una serie de subidas de diferente nivel son las pruebas a superar. El ránking, virtual, lo lidera el que más sube. Es sencillo; más sencillos son los premios: ninguno.

Así es el CIMA, el Certificado Ibérico de Montañas Ascendidas, una buena excusa para hacer turismo y superar los grandes puertos de montaña peninsulares.

En qué consiste

"La falta de tener un registro de los puertos de montaña más característicos de cada zona de nuestro país nos hizo pensar el hecho de buscar aquellas cumbres que gozaran de unas particularidades concretas, sin basarnos en unos parámetros generales, ya que zonas poco agraciadas orográficamente no llegarían a ese mínimo establecido, mientras que las regiones más montañosas acapararían todo el protagonismo. Así que había que basarse en algo más que números; se buscaba no sólo dureza, sino belleza e historia", explica Diego Agüero, coordinador del proyecto dentro de la web Altimetrias.com .

Tras meses de debate y estudio, se elaboró un listado de 601 puertos a superar. La idea, no obstante, no es nueva. "En paises con gran tradición ciclista como son Francia e Italia ya poseen otras iniciativas similares, también a nivel europeo; pero faltaba tenerlo en nuestro país, así que en octubre del año pasado comenzamos la elaboración de nuestro propio reto, asemejándose al modelo belga, y forjándose en realidad a mediados del pasado mes de junio", añade Agüero.

Más de 200 ciclista están inscritos en la carrera por ser el hombre que más puertos CIMA tiene en su zurrón, aunque por amor al arte. Aquí no hay premios. Ni podios. Solo enhorabuenas... y excusas para viajar.

"El fin básico del CIMA es el fomento del deporte, eso sí de una forma lúdica y sobretodo turística, excluyendo el carácter competitivo. Se trata de un reto personal para todos aquellos amantes del cicloturismo que disfrutan ascendiendo puertos, para más señas, dentro de nuestra web tenemos un apartado de fotos en carteles de cimas, y en el foro podemos compartir nuestras experiencias e imágenes con otros cimeros", señala Agüero.

La buena voluntad es la norma única para firmar un CIMA. Una foto en la cima puede demostrar que ese puerto o alto ha sido coronado pero... ¿Quién no podría falsear sus experiencias? Allá cada cual con su conciencia; esto es una cuestión personal.

"Para todas aquellas personas que disfrutan con este deporte, la montaña supone la superación, la victoria, el dominio del entorno y sobretodo ese placer reconfortante de haber conquistado la cima (por muy fácil que ésta sea), así sentir por unos momentos la conjunción entre el ciclismo y naturaleza", indica Agüero.

El Mediano, un durísimo puerto abulense, es uno de los dieciséis representantes de Ávila en el CIMA. Son cuatro kilómetros a una media del 9,2%, rampas del 17% y un ocasional viento que endurece aún más este camino rural asfaltado hace unos años para unir los pueblos de El Herradón y La Cañada. Un puerto que espera su bautismo en alguna Vuelta del futuro.