A falta de dos jornadas para concluir la temporada, el Chelsea ha asestado un fortísimo revés al Manchester United, rival del Barcelona en las semifinakes de la Liga de Campeones y al que

venció por 2-1 en Stamford Bridge, con un

penalti del germano

Michael Ballack, para mantener con vida la Premier League.

Los pupilos del escocés Sir Alex Ferguson

malgastaron la ocasión de proclamarse, a efectos,

campeones de este torneo. La presión pudo con los nervios de los 'diablos rojos', que decidirán también su futuro europeo ante el Barcelona la próxima semana.

El israelí Avram Grant, "el técnico más afortunado del mundo", según los diarios ingleses, volvió a tener la suerte de su parte y los 'blues' reavivaron frente a su afición las esperanzas de poder alzarse con el trofeo liguero esta temporada,

tras igualar a 81 puntos con la escuadra de Old Trafford.

No obstante, mientras que esta victoria es vital para dar aire al club anfitrión, al United aún le queda la

ventaja que tiene con respecto a los 'blues'

en el número de goles anotados.

Para el duelo en Stamford Bridge, el conjunto local n

o contó con los servicios del medio inglés Frank Lampard, ausente tras el fallecimiento de su madre esta semana.

Por su parte, Alex Ferguson dejó en el banquillo de los reservas al argentino Carlos Tévez y al goleador portugués Cristiano Ronaldo, al que sacó en lugar de Rooney en el minuto 63.

En la primera mitad, el papel en solitario desempeñado por el internacional inglés Wayne Rooney en el ataque no surtió el efecto esperado, en parte porque el jugador no contó con demasiadas ayudas en el extremo galés Ryan Giggs ni en el portugués Luis Nani, quienes estuvieron lentos a la hora de asistir al delantero.

Los "Blues" no dejaron de apretar a la zaga visitante, con una buena ocasión de Joe Cole que abortó a tiempo el meta holandés del United, Edwin van Der Sar y que se saldó con una lesión menor para el cancerbero.

Junto con Cole, Michael Essien, ausente por sanción en la primera eliminatoria de semifinales que disputó esta semana el Chelsea ante el Liverpool en Anfield (1-1), resultó hoy crucial para el planteamiento del once londinense.

Claramente, el primer acto lo dominó la plantilla de Grant, que reclamó un penalti en el minuto 34 que no concedió el colegiado Alan Wiley cuando Drogba se fue al suelo a consecuencia de una colisión con Mikael Silvestre.

Fue el germano Michael Ballack, con un remate de cabeza desde el centro del área de penalti, a pase del marfileño Didi Drogba el que inclinó el marcador a favor del once local.

Se trató de un momento emocionante para el Chelsea, ya que sus jugadores celebraron la ventaja alzando la camiseta del número 8 de Frank Lampard, con el mensaje "Pat Lampard - RIP", como tributo a la madre de su compañero.

El gol del Chelsea hizo reaccionar a los hombres de Ferguson. Esta vez, la defensa local no pudo detener la acción en solitario de Rooney, que igualó el marcador gracias a un error imperdonable del portugués Ricardo Carvalho.

El momento crítico del duelo en Stamford llegó en la recta final. Una mano de Carrick provocó que el árbitro pitara penalti a favor del Chelsea, que asumió Ballack para transformar el marcador y dar oxígeno a sus compañeros.

Un disparo del portugués Cristiano Ronaldo que despejó Ashley Cole en el 89 pudo haberse convertido en el empate para el United, que tendrá ahora que emplearse a fondo para retener el trofeo.

2 - Chelsea: Cech, Ferreira (Anelka, m.63), Carvalho, Terry, Ashley Cole, Ballack, Obi, Essien, Kalou (Schevchenko, m.80), Drogba, Joe Cole (Makelele, m.86).

1 - Manchester United: Van der Sar, Brown, Ferdinand, Vidic (Hargreaves, m.14), Silvestre, Fletcher, Carrick, Anderson (O'Shea, m.65), Nani, Rooney (Rooney, m.63), Giggs.

Árbitro: Alan Wiley (Staforshire, Inglaterra). Sacó tarjeta amarilla a Michael Ballack, Obi Mikel y Drogba, del Chelsea y a West Brown, Van del Sar y Ferdinand, del Manchester United.

Goles: 1-0, Michael Ballack, m.45; 1-1, Wayne Rooney, m. 57; 2-1, Ballack, m.86, de penalti.

Incidencias: Partido correspondiente a la 36a. jornada de la Liga inglesa, disputado en el estadio londinense del Chelsea de Stamford Bridge, ante un público de aproximadamente 37.000 espectadores