El Celta cede un empate ante el colista y prolonga su sequía de triunfos

  • El Gimnástic empató en Balaídos y deja al equipo celeste con una racha de diez envites sin ganar.
  • Oubiña y Portillo anotaron los tantos.
Fernando Baiano (centro), jugador del Celta, disputa un balón con Carles Mingo y Anibal Matellan, del Gimnástic. (Miguel Vidal/REUTERS).
Fernando Baiano (centro), jugador del Celta, disputa un balón con Carles Mingo y Anibal Matellan, del Gimnástic. (Miguel Vidal/REUTERS).
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Fernando Baiano (centro), jugador del Celta, disputa un balón con Carles Mingo y Anibal Matellan, del Gimnástic. (Miguel Vidal/REUTERS).
Ni contra el colista de la tabla,
el
Gimnastic,
pudo el Celta romper su mala racha de resultados (con éste diez partidos consecutivos sin ganar) al ceder un nuevo empate en su estadio (1-1), y eso a pesar de adelantarse en el marcador nada más comenzar la segunda parte.

Un resultado que mantiene al equipo vigués al borde del descenso y a su entrenador, Fernando Vázquez, de la destitución.

Encaró el Celta el partido decidido a poner remedio a los males que le aquejan, sobre todo los que tienen que ver con su falta de actitud sobre el césped.

Los celestes trataron así de impedir la salida controlada del balón por parte de un rival el Nástic, muy contemplativo en estos primeros compases a la espera de que el paso del tiempo jugase a su favor.

Controlaban pues los locales, pero, aun así, no llegaban las oportunidades, con lo que el Celta se fue desinflando poco a poco como un globo, al tiempo que la grada también se iba enfriando por momentos.

Una circunstancia que aprovechó el Nástic para atreverse un poco más allá y llevar el susto en un par de ocasiones a la meta defendida por Pinto, que pese a todo tampoco tuvo excesivo trabajo durante los primeros cuarenta y cinco minutos.

Pasada la media hora volvió el Celta a despertar llegando entonces sus mejores momentos antes del descanso.

En apenas cinco minutos se juntaron hasta tres ocasiones de gol, más o menos claras. La mejor, sin duda, un pase de la muerte de Nené desde la línea de fondo que Oubiña, llegando desde atrás, empalmó con fuerza y que Bizarri se encontró bajo los palos mientras recuperaba su posición.

Pero nada cambió, catalanes y gallegos se fueron a los vestuarios firmando tablas en el marcador pero con toda la presión del lado celeste que se había marcado como objetivo llegar al descanso con ventaja.

Salida en tromba

Acuciado por el cronómetro, salió el Celta dispuesto a no perder ni un solo segundo de esta segunda parte. Encerró al Nástic en su campo y se volcó sobre su puerta dispuesto a su acoso y derribo.

Apenas cuatro minutos necesitaron los de Fernando Vázquez para romper el cerrojo. Y fue precisamente su jugador más querido y protegido, Oubiña, el único vigués de la plantilla quien, de cabeza, rompió el 0-0.

El subidón momentáneo pronto se convirtió en miedo por defender el resultado. El Celta se encerró en su área y el Nástic, con todo perdido, se lanzó entonces a la búsqueda del punto perdido.

Y tras varios avisos que lo preludiaban llegó el gol del empate en una remate de cabeza de Portillo desde prácticamente bajo los palos a centro de banda izquierda de Pinilla, en el minuto 76.

Jarro de agua fría para los de Vigo que lo intentaron ya a la desesperada y que contó con un disparo a bocajarro de Baiano como mejor oportunidad.

Al final empate en el marcador y el público que abandonó el estadio sin apenas protestar, instalado en la más absoluta indiferencia.

FICHA TÉCNICA

1 - Celta: Pinto; Angel, Contreas, Tamas, Placente; Oubiña, Iriney; Gustavo López (Gustavo López, m. 57), Canobbio (Guayre, m. 78), Nené (Jonathan Aspas, m.64); Baiano.

1 - Gimnastic: Bizzarri; Calvo, Navas, Matellán, Mingo; Morales, Generelo (Merino, m.64) Campano, Juan Díaz (Cuellar, m.51); Pinilla (Rubén Castro), Portillo.

Goles: 1-0 Oubiña m.49. 1-1 Portillo, m.76.

Árbitro: Fernández Borbalán (Andaluz). Mostró tarjeta amarilla a los jugadores locales Placente, Angel, y a los visitantes Morales.

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésima primera jornada de Primera División disputado en Balaídos ante unos catorce mil espectadores. El entrenador del Celta Fernando Vázquez vio el partido desde la grada en cumplimiento de su partido de sanción.

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