Los prolegómenos del derbi volvieron a mostrar el peor lado del fútbol. La Policía tuvo que cargar ayer contra un grupo de aficionados verdiblancos cuando éstos, que estaban concentrados en la calle Tajo, desplazaron al centro de la calle un contenedor de obra y se pusieron arrojar el contenido de éste: piedras, ladrillos...Los agentes hicieron uso entonces de sus armas y realizaron varios disparos con pelotas de goma, procediendo, una vez que los aficionados se habían dispersado, a cortar la calle. También en esta misma vía de la ciudad se produjo el incendio de un contenedor de basuras, lo que hizo necesaria la intervención de los bomberos.