La Audiencia Provincial de Vizcaya ha condenado a un ex jugador del Real Unión de fútbol, que ha descendido esta temporada a Segunda B, a tres años y tres meses de cárcel por tres delitos de abusos sexuales cometidos contra otras tantas jóvenes durante 2006 y 2007 en Gernika (Vizcaya).

Así lo ha determinado la sección primera de la citada Audiencia Provincial en una sentencia en la que P.A. es, sin embargo, absuelto de un delito de agresión sexual contra una cuarta mujer al no haber podido ésta reconocer a su presunto agresor.

En este caso, el tribunal afirma que existen dudas sobre si el acusado fue quien el 20 de noviembre de 2007 sorprendió a su víctima en el interior de un portal y tras sujetarla "fuertemente" le bajó los pantalones y le introdujo un dedo por la vagina, para después tocarle los pechos y salir corriendo del lugar.

Los magistrados no ponen en duda este ataque, reconocen que las descripciones dadas por esta mujer coinciden con las aportadas por otras víctimas y añade que "es extraño que el mismo día y en una hora cercana haya dos personas que perpetren ataques en una localidad pequeña como Gernika", en referencia a un tocamiento de pechos realizado tan sólo cuarenta y cinco minutos antes a otra joven.

El tribunal admite que, al no reconocer la víctima a su agresor, hace que existan dudas sobre su autoría y por ello aplican el principio "in dubio pro reo" (en caso de duda a favor del acusado).

El tribunal considera, en cambio, probados los tocamientos que el acusado realiza sobre otras tres jóvenes, las cuales identifican "rotundamente" al agresor, sobre el que coinciden en afirmar que era "un joven bien parecido y atlético".

Tampoco duda de la presencia del joven en Gernika durante las fechas de las agresiones, ya que ha quedado acreditado que acudía "regularmente" a un centro de rehabilitación de la localidad a recibir masajes.

Según se declara en los hechos probados, asaltó a estas mujeres tanto en la calle como en portales y tocó los pechos por encima o debajo de la ropa, a una de ellas en dos ocasiones seguidas, a la que también deberá indemnizar con 5.000 euros.

El condenado por abusos sexuales no pertenece en estos momentos a la plantilla del Real Unión al terminar su contrato y no haber sido renovado, aunque sí jugaba en el equipo en el momento en el que se dictó la sentencia, el pasado 3 de junio.