Anastasia Liukin, subcampeona de concurso completo, se hizo con el título de barra de equilibrios con un ejercicio notablemente superior al resto y que mereció un 9,612. Su compatriota Chellsie Memmel, campeona absoluta, la secundó esta vez con un 9,612 y la rumana Catalina Ponor, campeona olímpica de la especialidad, fue tercera con 9,500. En suelo, el primer puesto fue para otra estadounidense, Alicia Sacramone (9,612), seguida por Liukin (9,425) y por la holandesa Suzanne Harmes (9,212). La defensora del título, la brasileña Daiane dos Santos, estuvo muy por debajo con un 8,837.
En las finales masculinas los gimnastas eslovenos fueron los protagonistas al hacerse con el oro en paralelas y barra fija.
Mitja Petkovsek, bronce en los Europeos de mayo, se impuso en las barras paralelas con un 9,700, seguido del especialista chino Xiaopeng Li (9,675) y del subcampeón continental Yann Cucherat (9,662), de Francia. Manuel Carballo, vigente oro europeo, no pasó del 9,387 y terminó en la quinta plaza. De haber repetido el 9,712 que logró en mayo, se hubiera proclamado campeón mundial. «No me he encontrado bien y no es un resultado que me satisfaga», dijo Carballo.
Otro esloveno, Aljaz Pegan, se impuso en la barra fija (9,662), con Cucherat (9,650) y el ucraniano Valeri Goncharov (9,637) como perseguidores y con el campeón mundial absoluto, el japonés Hiroyuki Tomita, en un pobre octavo lugar.
0 medallas. Es el pobre balance del equipo español en los Mundiales de Melbourne, que terminaron ayer.
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