Capello intentó restar importancia a la pelea entre Gravesen y el brasileño Robinho del entrenamiento vespertino del martes. Piensa que son cosas normales después de una larga concentración en Irdning, aunque menos normal ve la actitud del danés.

"Como un arbitro mostré la tarjeta roja y los mandé al vestuario, nada más. Fue un golpe, nada importante. Hoy han regresado a entrenar con nosotros, están tranquilos. Son cosas que pasan cuando llegas al final de la pretemporada y están cansados", reconoció.

El técnico madridista fue sincero al hablar sobre Gravesen. "El es así, no vamos a tener problemas con él. Es un poquito particular. Con él no me meto, tácticamente trabaja bien. Su comportamiento es así, a mí no me gusta, hay que hacer siempre todo como él quiere".

Cuando Capello fue preguntado sobre si los problemas son porque le va a incluir en la lista de descartes para que sea traspasado, respondió sin palabras pero se le escapó una sonrisa que habló por sí sola.