Marcianise es un pueblo de 40.000 habitantes situado al norte de Nápoles, de donde proceden tres de los cuatro integrantes del equipo olímpico italiano de boxeo que irán a los próximos Juegos Olímpicos de Pekín. Este deporte se ha convertido en un vía de escape para los jóvenes de la ciudad.

Según el entrenador que se encarga de prepararlos el objetivo es tratar de "moldear el deseo de luchar de la juventud dentro de unas reglas deportivas y convertirlos en campeones".

Desde muy pequeños comienzan a entrenarse para hacer realidad el sueño de ser campeón. Es el caso de un niño, de tan sólo 3 años, que ha aprendido a soltar sus primeros golpes.

El objetivo es llegar a lo más alto, algo que ya ha conseguido Clemente Russo, campeón del mundo amateur de peso pesado. "Cuando vi por primera vez mi fotografía en una revista, vi una vida entera de sacrificio que empezó a los diez años" asegura el campeón.

Los púgiles de Marcianise son motivo de orgullo para sus vecinos, que aseguran que los jóvenes nacen con el veneno de la lucha en la sangre. El boxeo es la esperanza de una ciudad acribillada por el imperio de la mafia.

La ciudad de Marcianise bien podría ser la cuna de Rocky Balboa, el boxeador italo-americano, interpretado en el cine por el actor Sylvester Stallone.