Entre enamorados, dicen, un diamante es para siempre. En el Real Madrid, a la hora de hablar de Raúl y Casillas, sus contratos también se vuelven sempiternos. En el día de San Valentín, el Madrid anunció la renovación vitalicia de sus dos capitanes, que se dieron el «sí, quiero» con Alfredo di Stéfano, presidente honorífico de la entidad, y Ramón Calderón, el oficial, como maestros de ceremonias. Y por «mucho menos dinero del que se merecen», dijo Calderón.

El contrato de Raúl  (Madrid, 1977) expiraba en 2010. La relación contractual con Casillas (Móstoles, Madrid; 1981) concluía en 2011.

Así funciona

«Se ha formalizado una prórroga por un año con Raúl que le permitirá tener contrato fijo hasta la temporada 2010-11. Posteriormente, existe una cláusula que automáticamente renueva su contrato siempre que participe en 30 partidos oficiales», explicó Ramón Calderón. Con Iker sucede algo similar. Desde la campaña 2016-17 su renovación será automática con 30 partidos jugados. «A mí, en esas fechas, me será difícil estar ahí», bromeó Raúl.

«Iker, Raúl y el Real Madrid se quieren, se necesitan y se complementan», explicó un exultante Calderón, que añadió: «El club necesita administrar de forma correcta sus ingresos y a la vez dar satisfacción a sus jugadores en la forma que ellos se merecen». «He cumplido un sueño más», añadió Casillas; «me siento feliz–dijo Raúl–, porque creo que el club me está valorando con este nuevo contrato, que se ha arreglado en cinco minutos». Guti será el siguiente.