El día después, Pepe León, presidente del Betis, y Manuel Ruiz de Lopera, dueño del club, acordaron en la calle Jabugo la continuidad del técnico vasco después de que Pepe Mel, entrenador del Rayo Vallecano, líder del grupo I de Segunda B, no lograra que Teresa Rivero le liberara de su compromiso con los madrileños.

«Tenemos entrenador. De momento Irureta sigue con nosotros y confiamos en salir de la situación», dijo León a la salida del encuentro.

El caso es que entre pitos y flautas, Jabo Irureta, todavía entrenador bético, lleva ya seis jornadas con su futuro colgando de un hilo y el equipo en puestos de descenso, con sólo diez puntos de los 45 en juego. Desde la novena jornada, cuando los verdiblancos cayeron (3-2) ante el Villarreal, suena la destitución del preparador.

Tímida reacción

Por entonces, Irureta solventó la papeleta con dos triunfos seguidos: ante el Recreativo en Copa (2-0) –que dio el pase a los octavos de final– y ante el Levante (2-1), gracias al milagroso gol de Capi en el descuento.

La reacción del equipo fue flor de un día y los resultados volvieron a darle la espalda al técnico. Dos empate consecutivos (Espanyol y Real Sociedad) y una derrota (Atlético) fue el pobre bagaje en los siguientes tres partidos, dos de ellos en casa. Entre tanto, Irureta sigue entrenado a la plantilla y el club buscándole sustituto.

Capi, Edu y Rivera, ausentes

La plantilla del Betis se ejercitó ayer a las órdenes de Jabo Irureta con las ausencias de Rivera, que tuvo que resolver unos temas personales, Edu y Capi, ambos por diversas molestias físicas. El equipo verdiblanco no disputará partido de Liga este fin de semana, ya que el Barcelona, su próximo rival, está en Japón para disputar el mundialito de clubes.