El Bayern de Munich se sacudió la minicrisis por la que había atravesado tras dos derrotas consecutivas en la Bundesliga al vencer a domicilio al Schalke 04 por 1-2 y arrebatarle así el liderato.

Fue un minuto mágico, entre el 25 y el 26, el que le permitió al Bayern -esta vez sin Arjen Robben- recuperar el liderato.

Primero fue Franck Ribery, con un potente disparo dentro del área, quien abrió el marcador en el minuto 25. Y cuando el Schalke hizo el saque del centro del campo tras el 1-0, el turco Hamit Altintop robó la pelota para iniciar un contragolpe culminado por Thomas Müller, que definió a puerta vacía tras recibir un centro de Ivica Olic.

Los dos goles del Bayern rompieron el equilibrio que hasta ese momento había caracterizado un compromiso en el que los dos equipos habían tenido buenas ocasiones. El Schalke, lejos de amedrentarse con la súbita desventaja de dos goles, reaccionó, logró el descuento rápidamente -Kevin Kuranyi marcó de cabeza en el 31- e incluso llegó a poner al Bayern contra la pared a finales del primer tiempo y a comienzos del segundo.

La expulsión de Altintop por acumulación de amarillas, poco antes del minuto 40, dejó al Bayern con diez hombres y eso hizo temer que las cosas fueran a agravarse.

Sin embargo, tras una fase de grandes turbulencias, el Bayern logró tomar el control del partido para dedicarse a administrar la ventaja haciendo circular la pelota sin correr riesgos innecesarios y llevando al Schalke a la desesperación.

Ahora el Bayern está un punto por encima del Schalke y todo indica que la lucha por el título en las cinco jornadas que quedan se concentrará en esos dos equipos. El Bayer Leverkusen, que era el tercero en discordia, volvió a perder, por 3-2 ante el Eintracht Fráncfort, y ya tiene seis puntos menos que el Bayern y cinco menos que el Schalke.