¿Ha perdido la magia el Barça o sólo es una mala racha? Esa pregunta es la que se hacen muchos culés viendo este inicio de Liga, en en que su equipo, el Barça, ha tropezado no una, sino dos veces en la misma piedra. Y las dos en el Camp Nou.

Si la temporada pasada todos los rivales -excepto el Villarreal que arrancó un punto- salían con la cabeza baja, en esta le están poniendo las cosas muy difíciles a los de Guardiola. Tanto que hasta arañan puntos. Si lo del Hércules hace unas semanas sonaba a tropiezo aislado, el empate ante el Mallorca del domingo refrenda que este Barça no es el del año pasado.

A pesar de contar con casi el 70 por ciento de la posesión en su campo, los chicos de Guardiola no materializan todas las ocasiones que generan. Todo lo contrario que lejos del feudo blaugrana. Es algo que se le achacaba al Madrid de Mourinho. Ahora se intercambian las tornas.

A pesar de que "no hay excusas", como dice Guardiola, el Barça del domingo puede 'echar la culpa' de su inoperancia de cara al gol a las bajas. Ni el timón de Xavi ni la solvencia de Villa estuvieron presentes ante el Mallorca. Sin embargo, el técnico culé sabe que el problema va más allá, por eso no quiere poner ningún tipo de justificación.

Ni siquiera la del césped, en muy malas condiciones. El Barça ya se ha puesto manos a la obra para cambiarlo y que luzca bonito para el próximo partido.

Los números del Barcelona esta temporada en su campo en Liga (3 partidos, con una derrota, un empate y una victoria) no serían alarmantes si el eterno rival no hubiera ganado todo en su estadio. El Madrid ya le supera en la tabla gracias, precisamente, a una victoria por goleada en el Bernabéu, donde lleva pleno de victorias.

Puntos de los que se pueden acordar...

A pesar de que Guardiola ya ha avisado de que "no llegaremos a los 99 puntos" de la temporada pasada, el Barça se puede quedar muy lejos de esos números de no cambiar el hábito en su estadio. De momento, han volado 5 puntos, que al comienzo de la Liga no parecen importar demasiado de cara a la clasificación. Pero en un futuro, allá por mayo, el Barça podría acordarse mucho de estos 'tropiezos puntuales'.