El antiguo representante de jugadores y ex candidato a la presidencia del Barcelona José María Minguella ha puntualizado que no está procesado en el juicio de París donde ha ido a declarar, por presuntas irregularidades del traspaso del brasileño Christian del París Saint-Germain al Girondins de Burdeos en 2001, sino que ha ido como testigo voluntario.

El periódico deportivo galo L'Equipe había informado sobre el hecho y, según el diario, Minguella había sido procesado por falsificación y complicidad en trabajo oculto, dentro de la investigación por supuestas irregularidades en los traspasos del PSG.

Sin embargo, Minguella insiste a través de una nota pública en que sólo ha asistido "voluntariamente para declarar en Francia". Minguella explica que "todo ha quedado aclarado" y que el juez le ha agradecido la comparecencia y su colaboración, al tiempo que anuncia que aportará al tribunal durante los próximos días la documentación adicional que se precise.

Una venta con sombras

El equipo girondino desembolsó por la venta del delantero 11,8 millones de euros, de los cuales 5,8 millones fueron a parar a las arcas de una sociedad holandesa llamada Intermark BV, a nombre de Minguella.

El representante se quedó la mayor parte del dinero e hizo llegar el resto al jugador a través de un complejo circuito de cuentas que los magistrados han descubierto gracias a una serie de comisiones rogatorias, indica el rotativo.

Así, Christian recibió en una cuenta domiciliada en Madeira 1,3 millones de euros que los jueces sospechan que pueda tratarse de un complemento de remuneración disimulado.

Sus antecedentes

L'Equipe indica también que Minguella participó en la operación que llevó a Christian desde el Internacional de Porto Alegre al París Saint-Germain en 1999, un oscuro traspaso que no tendrá consecuencias judiciales puesto que ya había prescrito cuando abrieron la investigación en mayo de 2003.

Según el diario, el PSG acordó el traspaso del delantero con el representante portugués Manuel Barbosa por seis millones de euros, aunque finalmente pagó 8,4 millones en una cuenta del luso en Madeira.

Sin embargo, una vez efectuado el pago, Minguella negó el acuerdo y aseguró que él era el único representante de Christian y que para comprarlo había que pagar directamente al Internacional de Porto Alegre.

Finalmente, el entonces presidente del PSG, Laurent Perpère, acordó con Minguella el traspaso del jugador por 5,2 millones de euros, por lo que en total, el club francés desembolsó 13,3 millones por el delantero.