El Elche mide el nivel de crispación del barcelonismo

Luis Enrique, saliendo de rueda de prensa.
Luis Enrique, saliendo de rueda de prensa.
EFE
Luis Enrique, saliendo de rueda de prensa.

En medio de las turbulencias generadas en el Camp Nou, tras el desencuentro entre Leo Messi y Luis Enrique y la destitución de Andoni Zubizarreta, el Barcelona se mide al Elche (22.00 horas) en el partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey que servirá para comprobar el nivel de crispación del barcelonismo.

Todo se ha desatado después de la derrota sufrida hace unos días en Anoeta. Está señalado el entrenador, la principal estrella y el presidente, Josep Maria Bartomeu, quien decidió fulminar a Zubizarreta en su puesto tras unas declaraciones en las que éste último recordaba que el presidente también tiene responsabilidad en el 'caso Masía' y la sanción de la FIFA.

En el Camp Nou se habla de todo menos de fútbol y eso es mal negocio para un club que ha funcionado como un reloj cuando el argumento principal era el balón.

Ahora no es así. Anda molesto Messi por no haber jugado de titular en Anoeta; el técnico por la ausencia de Leo en un entrenamiento a puertas abiertas; y el presidente es cuestionado por sus compañeros de junta sobre la conveniencia de adelantar las elecciones previstas para el verano de 2016.

El del Elche es el primero de los dos partidos que el Barça juega esta semana en el Camp Nou, el otro será el domingo ante el Atlético de Madrid, dos encuentros en los que el juego del equipo será examinado con lupa.

La intención de Luis Enrique es que su equipo se distraiga "lo menos posible" frente a un rival debilitado por las lesiones y que podía acudir a la cita del Camp Nou con muchos jugadores suplentes.

"Me preocupa en qué estado van a estar nuestros jugadores. La situacion en la que estamos no es la más agradable", ha admitido el técnico asturiano.

Granada-Sevilla

El Granada, inmerso en una crisis situado en puestos de descenso en la Liga y con la labor de su entrenador, Joaquín Caparrós, cuestionada, recibe mañana al Sevilla en la ida de los octavos de final de la Copa del Rey, un partido que lo afronta con ganas de devolverle la alegría a su afición.

Los sevillistas, por su parte, pese a no abrir el año con un buen juego en el partido ante el Celta disputado en el Sánchez Pizjuán el pasado sábado, sí ganaron y se mantienen firmes en los puestos europeos de la liga.

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