Ronaldinho fue sustituido otra vez. El Barça se aupó al segundo puesto de la Liga tras superar al Almería en el Camp Nou, aunque con más sufrimiento del esperado.

Con Messi tocado, Frank Rijkaard decidió apostar por Giovani, que formó el ataque azulgrana junto a Henry y Ronaldinho. Fue precisamente el joven mexicano quién se encargó de romper el partido al inventarse una buena jugada que terminó con el gol de Henry.

Ese gol dio tranquilidad al Barça, pero quizás demasiada. Su fútbol se volvió cada vez más horizontal y el Almería, poco a poco, le fue perdiendo el miedo al Camp Nou.

La segunda parte arrancó con la misma espesura, que sólo se empezó a diluir cuando Messi pisó el césped en lugar de Ronaldinho. El argentino imprimió su velocidad a sus compañeros y sentenció el partido al transformar un penalti cometido sobre Giovani, muy protestado por el Almería. Messi parece totalmente imprescindible en el Barça.