La selección española de balonmano partió este jueves por la mañana hacia Alemania para disputar el Mundial.

España defiende a partir del sábado el título conseguido hace dos años en Túnez.

Para ello, el combinado nacional no ha cambiado muchas cosas: Juan Carlos Pastor mantiene el mismo bloque, en el que conjuga veteranos (Barrufet, Hombrados, Garralda, Rolando Uríos, "Juancho" Pérez y Demetrio Lozano) con jugadores consagrados (Alberto Entrerríos, Iker Romero, "Juanín" García) con otros más jóvenes que ya estuvieron en Túnez (Chema Rodríguez, Rubén Garabaya y Raúl Entrerríos) con algún debutante (Víctor Tomas).

Dentro de esta cautela, Pastor aseguró: "Lo vamos a disfrutar al máximo, y sí que tenemos mucha ilusión y mucha hambre".

Presión

En cuanto a cómo lleva la selección española la presión de ser la favorita, Pastor dijo que no la siente: "De momento lo llevamos bien, estamos tranquilos y contentos con el trabajo realizado hasta el momento, pero -advirtió- eso hay que demostrarlo desde el primer día".

"Favoritos son también los franceses, los croatas, los daneses y los alemanes, que juegan en casa, y todos ellos también sentirán esa presión", añadió.

Preguntado por los equipos con los que preferiría no competir al menos hasta semifinales, Pastor citó de nuevo a Francia, Alemania, Croacia y Dinamarca, aunque reconoció: "Con alguno nos vamos a tener que enfrentar".

El seleccionador nacional afirmó que el equipo "está preparado para empezar a competir" y destacó que él confía además "en la mejora del equipo a medida que la competición va transcurriendo, y sobre todo", destacó, "en que nos asentemos, y por eso romper el hielo el primer día es importante".