EL Madrid enseña los dientes y derrota sin contemplaciones al Estudiantes

El Estudiantes jugó bien, pero sin acierto, y el Real Madrid obtuvo una victoria clara, sin apreturas en el marcador, por 81-64.
Primer partido de las semifinales (Foto: Efe)
Primer partido de las semifinales (Foto: Efe)
Primer partido de las semifinales (Foto: Efe)

El Madrid desarrolló todo su baloncesto a partir del trabajo de protección. Desde ahí dio dinamismo a las cargas sobre la cesta rival, complicó el balance defensivo colegial y ganó una tremenda confianza. El control del rebote en ambos tableros y el acierto desde los 6,25 metros hicieron el resto.

El Estudiantes mantuvo la misma línea que con el Barcelona, de hecho jugó bien, pero le faltó el acierto necesario para replicar al perímetro blanco y contundencia para hacerse sitio en la pintura.

El físico pudo con el talento en el pulso entre los directores de juego. Los madridistas, sin ser bases puros, también tienen talento y son superiores en el físico. Los colegiales, menos fuertes, son más creativos.

La nómina exterior del Madrid siempre encontró un pase más, habilitó tiros sobre el límite de la posesión en varias ocasiones y se desenvolvió con la tranquilidad que le daba saberse respaldados por las capturas de los pívot.

El estadounidense Louis Bullock brilló de nuevo desde la larga distancia. Anotó trece puntos en los dos primeros cuartos, ocho en los cinco primeros minutos, cuando el bloque de La Castellana pegó el estirón (10-2).

A los colegiales les costó más ponerse en funcionamiento. Tomaron el pulso al partido más despacio y ese desfase les condenó a ir por detrás en el marcador toda la tarde. En los 'play-offs' un solo despiste se paga caro. Dos son demasiados y el Estudiantes volvió a tomarse un tiempo que no tenía al inicio del tercer cuarto. Eso le costó el partido definitivamente.

El empujón de los locales en los dos primeros minutos del corte le tocó el corazón (51-37). El irlandés Jay Larrañaga terminó de certificar la derrota colegial poco después. Antes de que acabara el cuarto enganchó tres triples consecutivos desde la cabecera de la zona (62-45) y el Madrid empezó a saborear el 1-0.

La mezcla entre defensa, juego exterior y pelea en los aros le sigue dando buen resultado al Madrid. Sólo quedaba que el reloj acabase la cuenta atrás. Lo hizo en medio de un partido resuelto, desacelerado, de guante blanco entre dos cincos conscientes de que el primer asalto de la serie semifinal estaba visto para sentencia.

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