El Madrid y el TAU juegan sin margen de error

El clásico por excelencia del baloncesto español ha traspasado esta temporada las fronteras nacionales para librarse en los cuartos de final de las Euroliga en una eliminatoria en la que el Madrid jugará al límite. Lo mismo le ocurre al TAU, que deberá superar al Panathinaikos si quiere seguir vivo en Europa.
Grgor Fucka, jugador del Barcelona, supera a Hamilton en el primer partido de la serie (EFE).
Grgor Fucka, jugador del Barcelona, supera a Hamilton en el primer partido de la serie (EFE).
Agencias
Grgor Fucka, jugador del Barcelona, supera a Hamilton en el primer partido de la serie (EFE).

Los dos equipos vuelven a encontrarse 48 horas después de la incontestable victoria barcelonista en el primer partido de la serie, disputado en el Palau Blaugrana (72-58).

El Real Madrid, por tanto, carece de margen para el error.

Necesita ganar para forzar el desempate y regresar a la Ciudad Condal dentro de una semana.

En caso contrario, el Barcelona sellará el pasaporte para la Final entre Cuatro de Praga (28 y 30 de abril) y los blancos dirán adiós a todas sus aspiraciones continentales.

Así actúa el factor cancha.

El Madrid lo regaló de forma inconsciente ante el Climamio Bolonia italiano y ahora paga las consecuencias.

En vez de medirse al Olympiacos griego con ventaja de campo le toca bailar con el gran adversario y la necesidad de superarle una vez a domicilio.

La primera oportunidad que tenían el campeón de la ACB terminó en desastre.

El Barcelona voló por el parqué del Palau para revestir de autoridad el 1-0 que ahora campea en la serie.

El 72-58 del martes ha sido un duro golpe moral para los hombres de Bozidar Maljkovic.

El serbio tiene un ingente trabajo por delante. Intentar mejorar el mal juego del equipo sólo es una parte de lo que necesita. Recuperar el estado anímico de los suyos es la otra.

El Barcelona, mientras tanto, afronta el choque con la tranquilidad de saber que dispone de una segunda oportunidad para resolver la eliminatoria en un tercer partido con el público a favor si las cosas se tuercen en Vistalegre.

No sólo eso. También cuenta con un as en la manga gracias a los caprichos del calendario.

El próximo domingo la Liga ACB vuelve a reunir a ambos bloques en el territorio 'culé'.

Es la vigésimo séptima jornada liguera y el tercer clásico consecutivo en el plazo de seis días.

Aunque sin conexión directa en lo deportivo con la eliminatoria continental, el Barcelona defiende liderato y los blancos necesitan sumar para afianzar su posición entre los aspirantes al título.

Es decir, al Barca le servirá como preludio del gran encontronazo europeo que supondría el partido de desempate para someter la resistencia blanca a otra gran prueba de fuego ante de jugarse el billete a Praga o, en su defecto, para celebrar la clasificación continental ante las mismísimas narices de su eterno rival.

Difícil panorama, pues, para el Real Madrid.

El TAU, contra las cuerdas

El Tau afrontará en su pista (20:45 horas), el segundo encuentro de cuartos de final de la Euroliga ante el Panathinaikos, obligado a ganar para evitar su eliminación.

Para ello apelará a la defensa y la intensidad.

El equipo baskonista está 'herido' después de haber sucumbido en el Pabellón OAKA por una diferencia de doce puntos (84-72).

"Mi equipo está preparado para tratar de vencer mañana, tras saber que en el primer envite de la serie de cuartos de final no se consiguió el objetivo de la victoria en Atenas", adelantó este miércoles el preparador del equipo vitoriano, Vledimir Perasovic.

Si el Tau quiere igualar la eliminatoria deberá hacer bien los deberes en su cancha, a juicio de Perasovic: "Dominar mucho mejor el ritmo de juego, no perder tantos balones como ayer y no permitir contraataques y canastas fáciles a los hombres del equipo contrario".

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