Porque, después de diez años en la élite, quería ser madre y formar una familia.

¿Supone su regreso definitivo a la alta competición?

Por ahora, no. He vuelto a jugar porque tenía mono, pero no quiero estar siete meses al año sin ver a mi hijo ni perderme su primer año.

¿Qué tal se porta Arturo?

Es un niño muy bueno, no llora mucho.

¿Qué obstáculos encontró en sus comienzos?

Sobre todo, la falta de apoyos económicos. Cuando llegaron las victorias, algunas marcas que no me hacían caso se apuntaron al carro.

En España, ¿el golf es un coto privado para hombres?

Cada vez hay más profesionales mujeres. Cuando yo empecé, éramos tres y ahora creo que hay 15.

¿Cómo recuerda su liderato en la Orden de Mérito Europea de 2001?

Fue irrepetible. Llegué a mi cima y conseguí algo que no ha logrado nadie en España.

Ese año, hasta le llamó el por entonces presidente del Gobierno, José María Aznar, para hacer unos hoyos.

Jugamos 18 hoyos en la base de Torrejón de Ardoz. Se mostró muy agradable y abierto, pero acababa de empezar...

¿Por qué no triunfó en EE UU?

No me adapté al estilo de vida, a sus comidas, a las distancias, a la soledad, a no volver a casa tan a menudo.

¿El golf muestra el poder de la mente o es sólo músculo?

Se necesita resistencia física. Aun así, le daría a la mente un 75% de importancia.

¿Y qué me dice de las críticas a los campos de golf en época de sequía?

La gran mayoría se riega con agua reciclada y son una fuente de ingresos para España. Atraen mucho turismo, sobre todo, en invierno.

¿Ha ejercido ya como licenciada en Turismo?

Ni me lo he planteado. No me veo en la recepción de un hotel o en una agencia de viajes.

¿Sigue tocando el piano?

De pequeña, estudié seis años y ahora tengo uno. De vez en cuando, cojo al niño y le toco algo de música clásica.

¿Su compositor preferido?

Mozart.

¿Cuida mucho su imagen?

Para jugar al golf, me echo crema protectora para la piel, me pongo gorra y gafas de sol porque, si no, a los 40 años parece que tienes 60.

¿Tiene un buen fondo de armario?

Me gustan mucho los trapitos. Por comodidad, soy más de pantalón, pero en fiestas y bodas me pongo falda.

La primera número uno

Nacida en Zaragoza (2-8-1971), comenzó a jugar al golf con siete años. Desde entonces ha abierto caminos para las jóvenes que han querido seguir sus pasos. En octubre de 2000 se convirtió en la primera española en jugar en el equipo europeo de la Solheim Cup (la Ryder femenina) y en 2001 se impuso en Taiwan, Suecia e Irlanda, terminando número 1 de la Orden de Mérito Europea de ese año.

PIMPAMPUM

Un color:  El azul.

Un olor: El de los cítricos, incluso en las colonias.

Un tacto: El de la piel de mi bebé.

Un sabor:  El del jamón

Un libro: El código Da Vinci.

Música:  Bruce Springsteen.

Una ciudad: Roma.

Un recuerdo: Mi primera victoria en Taiwan.

El mejor deportista español:  Severiano Ballesteros.