Kameni, salvador
El camerunés Kameni se erigió ayer como el salvador del Espanyol en la primera parte, con dos buenas intervenciones ante Arizmendi y Munitis. En ataque, los blanquiazules, ayer de negro, se encomendaron a un Tamudo más solo que la una y apenas inquietaron la portería de Molina.
En la segunda parte, el Espanyol se mostró mucho más consistente en el centro del campo y no permitió que el Depor se colará entre líneas con tanta facilidad. De la Peña también comenzó a tocar más el balón y eso se tradujo en algún contragolpe con cierto peligro. Tamudo, antes de dejar su puesto a Pandiani, puso a prueba la solvencia de Molina de un duro disparo. Xisco dio el último susto a los de Lotina.
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