Fernando Alonso y Michael Schumacher aparcaron por un día sus monoplazas de Fórmula 1 para dedicarse a otros deportes. El asturiano, raqueta en mano, se atrevió con unos cuantos reveses sobre la pista de tenis, y el alemán se enfundó unos pantalones cortos para disputar un partido de rugby, en el que también partició su compañero de Ferrari, Felipe Massa.Después de una ducha, Alonso se refirió ya a la próxima carrera, el Gran Premio de Australia, que se disputará el domingo en el circuito de Melbourne, y señaló a Schumacher con el dedo: «Será el rival más peligroso en Australia». Alonso, no obstante, considera que «Raikkonen irá de menos a más», y a final de temporada estará peleando por el título.