Fernando Alonso, que había conquistado el campeonato del mundo hace dos carreras en Brasil, dominó la carrera desde la primera hasta la última de las 56 vueltas de que constaba la carrera, con muchos incidentes.

La del domingo es la séptima victoria de Alonso en la temporada y su decimosexto podio. El corredor cruzó la línea de meta con cuatro segundos de ventaja sobre el finlandés Kimi Raikkonen (McLaren-Mercedes) y 25 sobre el alemán Ralf Schumacher (Toyota), que fue tercero.

Luego sería la tapadera de una alcantarilla situada al borde de la pista la que se levantaría y rompería la suspensión del coche del colombiano Juan Pablo Montoya (McLaren-Mercedes), que se tuvo que retirar cuando era cuarto y obligó a neutralizar la carrera y con ella neutralizada Michael Schumacher se volvió a salir de la pista.

Un Jordan pulverizado

El accidente del indio Narain Karthikeyan (Jordan) obligó de nuevo a neutralizar la carrera tras el coche de seguridad y los coches volvieron a aprovechar para repostar, pero Giancarlo Fisichella (Renault), que era segundo, retuvo a los coches que iban tras él para permitir que los mecánicos terminaran con Alonso y eso le costó una penalización que le envió al cuarto puesto.

Por último, ya con la carrera terminada, Alonso no se pudo subir al morro del coche para celebrar la victoria porque comenzó a arder el freno trasero izquierdo.

Al final Fernando Alonso ha terminado con 21 puntos de ventaja sobre Kimi Raikkonen, igualados ambos a siete victorias y seis "poles", y Renault con nueve de ventaja sobre McLaren-Mercedes, para conseguir su primer título mundial de constructores.