Pese a que Fernando Alonso lo tiene todo a su favor para proclamarse campeón del mundo de F-1 por tercer vez en su carrera, el asturiano debe mantener la calma, templar los nervios y hacer un GP de Brasil perfecto. Porque es allí donde podría ser campeón, pero también donde podría perder el título mundial.

El asturiano, líder del Mundial, es el único de los pilotos que luchan por el título que puede proclamarse matemáticamente campeón en Interlagos. El de Ferrari necesita subir al podio y que se produzcan algunas de estas combinaciones:

- Primero: si Alonso gana en Brasil levantará su tercer título mundial siempre que Mark Webber acabe en quinta posición o peor.

- Segundo: si Fernando es segundo será campeón si Webber no pasa del octavo puesto, Hamilton no pisa el podio y Vettel no gana.

- Tercero: el tercer cajón del podio también podría servirle si Webber es décimo, o peor, y Hamilton y Vettel no pisan el podio de Interlagos.

Esas son las cuentas para ser campeón, pero si Alonso no gana en Brasil o ni siquiera sube al podio, y poniéndonos en lo peor, las opciones para dejar el título finiquitado se podrían complicar mucho.

Si terminara segundo o tercero, tendría que ser por detrás obligatoriamente de un piloto que no fuera Webber, Hamilton o Vettel. De lo contrario, el campeonato podría dar -de nuevo- un giro como ha pasado en Corea. Lo mismo pasaría con un abandono del asturiano.

Lo apretado del Mundial propicia estas cuentas, que no se resolverán hasta el próximo 7 de noviembre. De momento, en la lucha siguen Alonso (231 p.), Webber (220), Hamilton (210), Vettel (206) y Button (189).