La Federación de Fútbol de Ceuta ha sancionado con tres años sin jugar y una multa de 864 euros a un jugador juvenil por agresión grave a un colegiado de la ciudad ceutí, al que propinó una patada en el pecho tras ser expulsado.

Los hechos, según informaron fuentes del Comité de Árbitros de Ceuta, se produjeron el pasado domingo en el campo federativo José Benoliel con motivo del encuentro que enfrentaba al San Agustín y al Puerto, valedero para la competición de Copa de la categoría de juveniles.

El colegiado, Alejandro Alcaraz, de 18 años, le enseñó la cartulina roja al jugador del Puerto Riduan L.D., quien en el mismo terreno de juego había intentado agredir al árbitro aunque había sido sujetado por sus compañeros.

Al finalizar el partido, el futbolista intentó nuevamente agredir al colegiado en la zona de vestuarios con un casco de un ciclomotor, tras lo que le dio una fuerte patada en el pecho al árbitro, que tuvo que ser trasladado al hospital.

Una falta grave 

El Comité de Competición ha considerado estos hechos como una falta grave por insultos, amenazas y agresión grave, por lo que ha aplicado el artículo 111 del reglamento.

El jugador ha sido suspendido durante tres años y el club tendrá que abonar 864 euros de multa debido a la agresión, con lo que es la sanción más alta que recae sobre un futbolista en edad juvenil.