Adriano Correia quedó descartado ayer por los servicios médicos del club para la final de la Copa del Rey que disputará mañana el Sevilla en el Santiago Bernabéu ante el Getafe debido a que no han remitido los problemas musculares que padece.

El extremo izquierdo brasileño se sometió a una serie de pruebas y no respondió bien. La nota positiva, sin embargo, la puso Jesús Navas, que evoluciona bien de sus molestias físicas y estará disponible para la final.

El que estará seguro es Daniel Alves, que adelantó un día su llegada de Brasil para preparar la cita y aseguró ayer estar  «bien y descansado». «En clase preferente se duerme bien», bromeó el lateral derecho del Sevilla, quien destacó que Dunga, seleccionador brasileño, entendió que debía regresar para jugar la final.

«No me molestó que Robinho jugara el domingo pasado, porque el Sevilla ha hecho lo que tenía que hacer», explicó Alves, que vio «en Internet cómo iba el Sevilla  ante el Villarreal porque en la televisión sólo se hablaba del Madrid y del Barcelona».

Asume el favoritismo

En cuanto a la final, el brasileño reconoció que «asumimos el papel de favorito, pero en una final no hay favoritos. Somos dos equipos que jugaremos con la máxima ilusión, aunque uno toma experiencia para mejorar y en Eindhoven -final de la UEFA de la pasada temporada- éramos como el Espanyol en Glasgow -final de la UEFA de la presente campaña-, que queríamos darlo todo», concluyó.

Por su parte, en el Getafe, su delantero Dani Güiza respondió ayer a las delcaraciones del presidente del Sevilla, José María del Nido, el pasado miércoles –«no cabe la menor duda que la victoria será del Sevilla sí o sí». «Que hable lo que quiera. Sabe que los que están aquí luego están abajo. Nosotros lo que tenemos que hacer es centrarnos en nosotros y en el partido. Nosotros no somos tan bocas», afirmó el delantero jerezano.

* Sevilla-Getafe, mañana, final de la Copa del Rey, 22.00 h. Tele 5.