El Atlético de Madrid no jugará la próxima temporada en Europa. La única vía que le quedaba, salvo milagro, para llegar era la Copa del Rey y ayer se esfumaron sus posibilidades ante un Osasuna al que le bastó con presionar y trabar el partido con duras entradas para meterse en su primera final copera, que disputará contra el Betis. Y es que el solitario gol de Valdo en Pamplona fue suficiente para los navarros, porque enfrente había muy poco que destacar.
El Atlético apenas si tiró entre los tres palos. Lo hizo Richard Núñez en el minuto 11, pero, pese a que estaba solo ante Elía, éste pudo despejar. Y es que la primera mitad, que acabó con siete tarjetas amarillas, cinco para Osasuna y dos para los rojiblancos, dejó muy poco juego y sí muchas tanganas entre los jugadores de ambos equipos, muy nerviosos en todo momento.
En la segunda parte, en la que Salva suplió a Núñez, el Atlético mejoró en parte y al menos se adueñó del balón, pero careció por completo de pegada. Cabe destacar solamente un disparo flojo de Ibagaza, otro de Antonio López y un tercero de Luccin, que no dudó en probar suerte casi desde el centro del campo. No hubo más. Maradona presenció la segunda mitad desde el palco, pero vio poco fútbol y sí escuchó la tremenda pitada final del público.
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