En la madrugada del domingo se celebró el tradicional concurso de mates del All-Star de la NBA, a cuya final accedieron Aaron Gordon y Derrick Jones, protagonizando uno de los mejores duelos que se recuerdan.

Uno de los mates más espectaculares lo firmó el alero de Orlando, que saltó nada más y nada menos que a Tacko Fall, el rookie de Boston que mide 2,26 metros.

Un gigantesco salto que no le sirvió a Gordon para ganar, lo que desató la polémica y las quejas del jugador: "Se acabó para mí, siento que debería tener dos trofeos", dijo, en relación al trofeo perdido en 2016.

"Mi próximo objetivo será ganar el de triples", añadió un indignado Gordon que consideró que debió haber ganado.