La afición de un equipo brasileño impide que su club fiche al portero que asesinó a su novia

Fotografía de archivo del 23 de abril de 2008 del portero Bruno Fernandes, excapitán del Flamengo y condenado a 22 años de prisión por el asesinato de su exnovia pero que disfruta actualmente de libertad condicional.
Bruno Fernandes, durante su etapa en el Flamengo.
EFE
Fotografía de archivo del 23 de abril de 2008 del portero Bruno Fernandes, excapitán del Flamengo y condenado a 22 años de prisión por el asesinato de su exnovia pero que disfruta actualmente de libertad condicional.

El club Operario de Varzea Grande, en la región brasileña de Cuiabá, desistió de fichar al portero Bruno Fernandes, excapitán del Flamengo y condenado a más de veinte años de prisión por el asesinato de su exnovia.

La decisión fue tomada después de las manifestaciones en contra por parte de los hinchas y del anuncio del retiro del patrocinio hecho por tres empresas.

"Fue una presión muy grande y dos patrocinadores terminaron desistiendo. Sin dinero uno no consigue hacer fútbol. Tuvimos que desistir y agradecemos el apoyo de parte de los hinchas que habían apoyado nuestra contratación", declaró a la revista Época, André Xela.

No es la primera vez que al portero se le cancela un contrato. Fernandes, quien se encuentra actualmente en régimen semiabierto, llegó a firmar el pasado año con el Poços de Caldas FC, un humilde club de fútbol del estado brasileño de Minas Gerais, pero el contrato fue rescindido meses después.

Cabe recordar que Bruno Fernandes fue detenido en 2010 cuando aspiraba a llegar a la selección brasileña, y condenado a veinte años y nueve meses de cárcel en 2013 por el asesinato de la modelo Eliza Samúdio, con quien tuvo un hijo ilegítimo.

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