Chen Xuyuan ha aterrizado como nuevo presidente de la Asociación China de Fútbol (CFA) con una medida bajo el brazo que va a suponer un serio mazazo a las aspiraciones económicas de muchos futbolistas de fuera de las fronteras del gigante asiático. Las nuevas normas que entrarán en vigor para la próxima temporada incluyen un límite de salarial a un máximo de 3 millones de euros para jugadores extranjeros.

Este tope tiene como objetivo evitar que los equipos chinos gasten demasiado dinero en futbolistas ajenos a su país, lo que en opinión de Xuyuan frena su evolución. "Nuestros equipos han quemado demasiado dinero y nuestro fútbol profesional no se ha dirigido de forma sostenible. Si no tomamos medidas a tiempo, temo que se derrumbe", ha apuntado en rueda de prensa. Xi Jingping, presidente del país, estableció el año 2050 como fecha objetivo para que el país sea una auténtica potencia mundial en fútbol.

El régimen de Xi Jinping se ha puesto como meta el año 2050 para que China sea una potencia mundial en fútbol

La decisión se enmarca en una serie de normas globales para evitar que la burbuja del fútbol colapse. Así, el presupuesto total máximo de cada equipo para la próxima campaña será de unos 142 millones de euros, de los que podrán dedicar el 60% a sueldos. Esa cifra bajará a los 116 millones en 2021, con un porcentaje a salarios del 55%.

El límite salarial no afectará a los actuales contratos, que actualmente son desorbitados. El brasileño Oscar, del Shanghái SIPG, cobra más de 24 millones de euros por año, y el italiano Graziano Pellè, más de 18 en el Shandong Luneng. Hasta su próxima revisión de contrato seguirán ingresando lo mismo.

El futuro de Bale se enquista: la vía china queda bloqueada

No obstante, esta decisión sí afectará a futuros fichajes. Gareth Bale, por ejemplo, tenía un posible destino en China, un país que ya se interesó por sus servicios en verano. La dificultad para cerrar el acuerdo hizo que esa vía se cerrase para este año, si bien no para el futuro. Ahora, con la decisión del nuevo presidente de la CFA, las opciones del galés se esfuman... salvo que acepte un sueldo notablemente inferior al que percibe actualmente.