El FC Barcelona no mostró su mejor cara en Butarque ante el colista de la Liga, el Leganés, que le hizo frente al conjunto de Valverde (1-2). Sin embargo, en dos jugadas a balón parado, los azulgrana lograron darle la vuelta al tanto inicial de En-Nesyri.

Con una defensa inédita -Wagué, Piqué, Umtiti, Junior- y con Dembélé, Griezmann, Messi y Suárez juntos por primera vez en el terreno de juego, el conjunto azulgrana presentó dudas desde el minuto uno, con despistes en defensa que permitieron a los de Aguirre crear peligro continuo en los primeros compases. Así, en un área culé destartalada, logró colarse En-Nesyri para poner por delante a su equipo a los 12 minutos de partido. La ilusión invadió Butarque, poco acostumbrado a la alegría en este curso.

Con el gol, el Barça no reaccionó, aunque sí tuvo dos ocasiones, una de Piqué que detuvo Cuéllar con un paradón, y otra de Suárez, que cerca estuvieron de terminar en gol. Pero la película no cambió en exceso con el tanto pepinero, como cabría esperar. El Leganés no se arrugó y los de Valverde siguieron algo perdidos.

Ya en la segunda parte, las sensaciones de partido extraño continuaban en el ambiente. Un Leganés ultimísimo de Liga que le plantó cara y puso en apuros al Barça, frente a un equipo que en esta temporada siempre da la sensación de que funciona sin funcionar y domina sin convencer.

Así las cosas, en el 53’, Luis Suárez comenzaba la remontada cabeceando un córner botado por Messi. Entre ocasiones de uno y otro equipo y más igualdad en el campo de la que se esperaba a priori, Arturo Vidal hizo el gol de la victoria en otra jugada a balón parado. En los últimos suspiros del encuentro, el Barça se mostró más fresco y, al contragolpe, a punto estuvieron de aumentar la distancia en el marcador. Fallones en la definición, sumado a un Cuéllar en estado de gracia, la cosa no pasó del 1-2.

El Leganés suma su décima derrota de la temporada y se hunde con sólo seis puntos. Los de Valverde conservan el liderato y ponen la presión sobre sus perseguidores.