Sergio Ramos ha sido cuestionado en la rueda de prensa previa al partido contra Malta por la posibilidad de disputar un partido de la Selección española de fútbol en Barcelona. La respuesta del capitán no deja lugar a dudas: la situación política en Cataluña no lo hace posible.
"Quizá no es el momento idóneo [de jugar en Barcelona], porque sin ir más lejos se ha aplazado un Clásico. Pero esperemos que nuestro país consiga tener un equilibro y después, cuando se consiga, si hay que ir a jugar a Barcelona, ¿por qué no? Habrá gente en Barcelona que quiera ver a su selección allí", dijo.
En este sentido, Ramos ha admitido que "es una pena que el Clásico del Camp Nou no se jugase en la fecha establecida", sobre todo porque siente que han sido perjudicados con el cambio de fecha y horario.
"Los únicos perjudicados somos nosotros. Salimos perjudicados porque los dos podíamos jugar el sábado. Aún hay margen para rectificarlo. Si no, iremos con la mismas ganas de siempre", se resignó.
Ramos esquivó la polémica de la Supercopa de España en Arabia Saudí, echando la pelota en el tejado de la RFEF, si bien ha señalado que si este torneo "sirve para cambiar la situación de las mujeres en el futuro" se sentirán orgullosos.
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