La clasificación de la carrera de la Gold Coast 600, del campeonato V8 Supercars de Australia, dejó una gran imagen de deportividad, cuando Shane van Gisbergen se bajó de su coche para ayudar a Scott McLaughlin, que se había quedado atrapado en su coche tras volcar.

McLaughlin, vigente campeón de las V8 en 2018, perdió el control de su coche cuando estaba buscando el mejor tiempo de la clasificación. El piloto neozelandés se pasó de frenada en el estrecho Surfers Paradise Street Circuit y se golpeó con tal violencia que acabó volcado contra el otro lado de la pista.

Van Gisbergen venía detrás y cuando vio que su rival no podía salir del coche no dudó en aparcar su Holden y ponerse manos a la obra para ayudar a los comisarios a socorrer al accidentado.

Al final todo se quedó en un susto y McLaughlin salió indemne del golpe.