Una clasificación de pegada

El Valladolid aprovecha sus tres ocasiones para proseguir en la Copa.
El portero del Valladolid, Alberto (derecha), trata de quitar el balón a Goitom, del Murcia.(Juan Francisco Moreno / EFE)
El portero del Valladolid, Alberto (derecha), trata de quitar el balón a Goitom, del Murcia.(Juan Francisco Moreno / EFE)
El portero del Valladolid, Alberto (derecha), trata de quitar el balón a Goitom, del Murcia.(Juan Francisco Moreno / EFE)

El Real Valladolid se clasificó para los octavos de final de la Copa del Rey después de aprovechar el efecto talismán de un estadio, la Nueva Condomina, en el que ha logrado dos victorias goleando en las dos ocasiones –incluida la de ayer– en la que ha visitado el nuevo feudo pimientonero.

El triunfo vallisoletano estuvo cimentado en su gran efectividad: en sus tres ocasiones claras llegaron sus tres goles, los dos primeros al inicio de cada parte. El primero, con un Murcia motivado por estrenar la camiseta de su centenario, llegó a los diez minutos. Lo suficientemente pronto para dejar tocado al Murcia.

El equipo local, obligado a la remontada, se volcó contra la portería de Alberto. Pero las ocasiones, numerosas, no se tradujeron en tantos. El empate fue la única recompensa de un Murcia incapaz de concretar sus numerosas ocasiones. Los de Mendilibar rompieron la igualada a los diez minutos de la reanudación y obligaban al Murcia a marcar dos goles.

Lucas Alcaraz, técnico grana, apostó entonces por reforzar el ataque con su delantero Baiano. El cambio quedó prácticamente sin efecto, pues acto seguido un rápido contragolpe del Valladolid fue aprovechado por el uruguayo Estoyanoff para batir a su compatriota Carini y meter al equipo castellano leonés en la siguiente ronda.

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