Deseado punto y final

El Hércules vuelve a ganar cuatro jornadas después, gracias a un temprano gol del peruano Mariño.
Jorge López Marco, Tote, conduce el balón ante la presencia de dos rivales. (Roke)
Jorge López Marco, Tote, conduce el balón ante la presencia de dos rivales. (Roke)
Jorge López Marco, Tote, conduce el balón ante la presencia de dos rivales. (Roke)

Cuatro jornadas después, el Hércules se reconcilió con la victoria y se coloca séptimo en la clasificación, con lo que vuelve a meterse en el grupo de perseguidores del Numancia, último equipo en puestos de ascenso, del que le separan seis puntos.

Los tres puntos, de hecho, fueron lo mejor de un partido en el que los dos equipos se alternaron en el dominio del balón. Frente a las ganas del Hércules, obligado por su irrenunciable condición de local y su mala racha, el Racing de Ferrol se mostraba como ese conjunto que desconocía la derrota como visitante –llegaba a Alicante con un balance de tres victorias y un empate–.

El futuro del marcador, sin embargo, quedó condicionado relativamente pronto. Un gol de Mariño a los doce minutos, muy protestado por los visitantes por una supuesta mano previa, permitió al Hércules plantear el partido de forma menos directa, intensificando sus labores defensivas y buscando el contragolpe, una fórmula que les funcionó.

Los ferrolanos, con este guión, se encontraron incómodos y se acercaron menos de lo esperado a la portería de Unai Alba.

La segunda mitad empezó igual, con el Hércules manteniendo el control del partido y el Racing de Ferrol sufriendo por su falta de ideas. Los gallegos optaron por adelantar sus líneas. Aunque el Hércules encontró más espacios, el Racing también dispuso de más opciones en ataque, donde Medina se convirtió en un quebradero de cabeza para la defensa local.

El partido finalizó con momentos de presión del Racing que se resistía a ceder los puntos fuera de casa, pero el Hércules supo mantener su ventaja

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