Los cadáveres de 55 soldados estadounidenses fallecidos durante la guerra de Corea en 1950 vuelven a su país. Un regreso que ha sido posible gracias al acuerdo alcanzado entre Trump y Kim Jong-un durante la histórica cumbre del pasado mes en Singapur.Los miembros del actual Ejército son los encargados de portar los 55 féretros. Rinden honores a los combatientes, homenaje al que se suma el vicepresidente del país, Mike Pence que conoce de cerca este combate porque su padre estuvo allí. Asegura que es solo el "principio" de un largo trabajo y llama "héroes" a los soldados fallecidos.