La Fundació Social Sant Ignasi de Loiola, Arrels Sant Ignasi de Lleida, que atiende a personas sin hogar, asegura que cada vez atiende a personas más jóvenes, con un perfil más estructurado, sin adicciones y en situación de exclusión debido a la crisis.
Además, atiende a personas con trastornos psiquiátricos sin diagnosticar o sin tratamiento, así como con más problemas de alcoholismo, según un comunicado de la entidad, que dedica la memoria de este año a su fundador, el jesuita Joan Suñol, fallecido en noviembre.
Según sus cifras, en 2017 acogió a 1.395 personas, 69 más que en 2016, y aumentan tras unos años de descenso las personas que necesitan la ayuda del centro abierto de día, al pasar de 254 a 302 -43 son mujeres-.
Su servicio de distribución de comida ha repartido 3.624 bolsas de alimentos, 230 más que en 2016, atendiendo a 986 personas directamente.
La memoria recoge que 17 personas han vivido en los pisos de apoyo de la fundación, cuatro más que en 2016, y señala que la falta de vivienda es aún una gran dificultad para poder consolidar procesos de recuperación e inclusión de las personas.
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