El fenómeno 'Mare of Easttown' colapsa HBO y demuestra el poder de las series de episodio semanal

Seguir la investigación de Kate Winslet cada semana ha afianzado el tirón de un título que habría caído en la irrelevancia estrenado entero de golpe.
Kate Winslet en 'Mare of Easttown'
Kate Winslet en 'Mare of Easttown'
Cinemanía
Kate Winslet en 'Mare of Easttown'

Este texto no contiene spoilers de Mare of Easttown ni nada parecido –para leer análisis sobre los últimos episodios, mejor acudir a mis compañeras aquí o aquí–, ya que no he visto ni un solo minuto de la serie. Y precisamente ese es el punto.

Sin haber visto ni medio segundo de metraje estoy al tanto de su existencia, de que sale Kate Winslet investigando un asesinato y de que la resolución del crimen ha tenido a mucha gente en vilo durante semanas. Como tú también habrás notado, es una serie de la que se ha hablado. Y cada vez más a medida que avanzaba la trama. 

Han sido siete episodios –todos ellos escritos por Brad Ingelsby y dirigidos por Craig Zobel– que han permitido a los telespectadores irse enganchando progresivamente a la investigación del asesinato a medida que confeccionaban sus propias listas de sospechosos, trazaban teorías, elucubraban sobre posibles falsos culpables y, en definitiva, compartían impresiones y emociones sobre el desarrollo de la narración. 

Una vivencia compartida de la ficción, ya sea presencialmente bajo las mascarillas o comentando online, que la propia cadencia de estreno semanal de los episodios ha cultivado, dejando que la serie crezca en el recuerdo de sus espectadores mientras esperaban cada nueva entrega.

Menuda innovación, ¿verdad? Solamente la misma fórmula que la televisión lleva aplicando más de medio siglo. Sin embargo, durante la última década hemos asistido a su paulatina erosión desde que Netflix probó con House of Cards a estrenar temporadas enteras de golpe. 

La era de los atracones insensatos

De repente, ya no tenías que seguir las correrías de Jack Bauer esperando una semana entera para saber si había logrado desactivar una ojiva nuclear dándole golpes con una pistola. Se te ponían por delante 13 capítulos de casi una hora, listos para deglutir a lo largo del fin de semana. La era del binge watching o los maratones desaforados llegó para imponer su modelo de satisfacción inmediata.

Y olvido acelerado. Se han realizado estudios científicos que relacionan los atracones compulsivos de series con una mayor tendencia a olvidar lo que se acaba de ver; una incapacidad para fijar la memoria a corto plazo que tiene que ver con la amnesia anterógrada. Algo que puede afectar a nivel personal, pero también colectivo: ¿cuál es la última serie de Netflix que recuerdas que se haya convertido en un fenómeno perdurable?

Más allá de Stranger Things o, quizás, The Crown, cuyos códigos narrativos y modelos de producción tienen cierto regusto añejo, el grueso de la producción seriéfila de Netflix parece consagrado a esa explosión masiva de visualizaciones el primer fin de semana –no es casualidad que solo contabilicen dos minutos de reproducción como la visualización completa de un título en las métricas que hacen públicas– que se agotan rápidamente en sí mismas y dejan tiempo para pasar a otra cosa.

Emma Corrin en 'The Crown'
Emma Corrin en 'The Crown'
Cinemanía

Series con tirón popular especialmente elevado como Élite, La casa de papel, Sex Education o The Witcher se convierten en un evento en el momento del estreno de la nueva temporada –y, sobre todo y muy importante, durante su anticipación–, pero después están lejos de estimular conversaciones sobre episodios concretos.

Ganar adictos por el camino

Puede que Mare of Easttown no haya sido ni mucho menos un éxito gigantesco de los que rasgan el imaginario colectivo para varias generaciones, a lo Juego de tronos, pero seguro que en HBO están satisfechos con el rendimiento de una miniserie que, en principio, no está llamada a continuar y que semanalmente ha aumentado tanto su popularidad como su audiencia. 

La serie se estrenó el pasado 18 de abril con 600.000 espectadores en EE UU. Desde entonces, cada semana ha ido creciendo hasta superar el millón de espectadores. De cara a la emisión del episodio final y la resolución del crimen, HBO Max sufrió caídas masivas del servicio por saturación, principalmente en la corta este de EE UU, según ha publicado TV Line.

La película de 'Breaking Bad' ya está rodada
'Breaking Bad' 

No es que el millón y pico de espectadores sea para tirar cohetes; es el número de personas que veían Breaking Bad cuando se dice que no la veía nadie. Pero todos sabemos lo que pasó; el final de la serie reunió a 10,28 millones de estadounidenses frente a la emisión por cable. Y eso se logró igualmente con un crecimiento progresivo de adeptos durante cinco temporadas.

Si Mare of Easttown se hubiera estrenado de golpe dentro del catálogo de HBO –una de las pocas plataformas que se ha mantenido fiel al modelo de estreno semanal, sin intentar copiar a Netflix en su propio terreno-, es muy probable que hubiera acabado hundida en la irrelevancia. No es lo mismo empezar a seguir un relato de misterio, que no te enganche y dejarlo aparcado para siempre a que esa misma historia obtenga relevancia mediática y pase a comentarse obsesivamente en tu grupo de amigos.

A favor de los episodios semanales

Cuando una serie como Mare of Easttown es parodiada en Saturday Night Live o empiezan a florecer artículos sobre ella en medios online como este es porque hay un número interesante de personas viéndola, reconociendo su existencia y buscando información sobre ella de manera sostenida en el tiempo. Y para conseguir esa pregnancia la cadencia de estreno semanal tiene una fuerza que los atracones de fin de semana no pueden igualar.

Por ejemplo, no es algo que haya pasado ni por asomo con Jupiter's Legacy, la serie de superhéroes con la que Netflix, se decía, iba a hacer la competencia a Marvel. Buena suerte con que cualquier persona que no sea del círculo íntimo de Mark Millar se haya enterado de su estreno hace unas semanas. 

Bruja Escarlata y Visión
Bruja Escarlata y Visión
Disney+

Precisamente Bruja Escarlata y Visión y Falcon y el Soldado de Invierno, las series de Marvel en Disney+, han optado por el estreno semanal de episodios, apoyándose en el buen resultado que brindó a The Mandalorian y en la necesidad de la plataforma de ofrecer contenido nuevo periódicamente en una época pandémica donde es difícil rodar.

También es un modelo que Amazon Prime Video aplicó con muy buen resultado a la segunda temporada de The Boys, cambiando la táctica de estreno completo de golpe que había tenido la primera temporada. Modificación de estrategia que Apple TV+ también ha aplicado a las series de las que lanzó la primera temporada de golpe para optar por el estreno semanal para el grueso de su programación. ¿Y no te parece que cada vez más gente habla de sus series?

Justo lo contrario que ha ocurrido con dos títulos muy potentes de Amazon Prime Video como Them y The Underground Railroad, que fueron sumergidos en el torrente de novedades sin la mínima oportunidad para destacar ante el mosaico de opciones de sus suscriptores. Un caso de dejación de funciones promocionales especialmente doloroso en el caso de la miniserie de Barry Jenkins.

The Underground Railroad
The Underground Railroad
Kyle Kaplan

La adaptación que el director de Moonlight y El blues de Beale Street ha hecho de la premiada novela de Colson Whitehead sobre la esclavitud en EE UU es una obra catedralicia, muy cerca del portento audiovisual, que tendrá difícil encontrar un proyecto a la altura en la producción televisiva de este año. 

La densidad de sus imágenes y la estructura episódica, siguiendo las distintas etapas de un viaje de huida hacia adelante, hacían de The Underground Railroad un título excelente para plantear el estreno distanciado, semanal, de cada episodio, permitiendo su sedimentación y propagación por las corrientes de opinión internáuticas. 

Sin embargo, se estrenó, generó sus correspondientes elogios, poca gente más le hizo caso y corre el riesgo de caer en el más injusto de los olvidos. Hasta que, a finales de año, reaparezca su título en las listas de lo mejor de 2021 y muchos se pregunten en qué han estado perdiendo el tiempo. Un final que, por melancólico, quizás esté muy en la línea de Jenkins.

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