'Mare of Easttown': ¿Quién mató a Erin? 5 posibles culpables para la miniserie de HBO con Kate Winslet

[Este artículo contiene spoilers de Mare of Easttown]

Si te gusta Mare of Easttown, es que te encanta un buen whodunit (y también el acento de Pensilvania pergeñado por Kate Winslet, las comunidades rurales que esconden demasiados secretos o Guy Pearce haciendo lo que sea, entre otras cosas).

Según avanza la nueva miniserie policial de HBO, las tramas se despliegan como tortuosas raíces a punto de reventar el subsuelo: apenas nos quedan tres capítulos para que todo eclosione en este pueblo asfixiante y sepamos no solo quién mató a Erin McMenamin, sino quién está detrás de las desapariciones de Katie Bailey y Missy Sayers, la nueva víctima de las pulsiones del criminal.

La sombra que se cernía sobre los principales sospechosos en los primeros episodios ya no es tan alargada, sino más bien difusa. Y cada vez es más complicado (y divertido) apuntar firmemente con el dedo acusador sobre alguno de los habitantes de Easttown, un pueblo maldito por la adicción de los opiáceos, los embarazos adolescentes y la violencia soterrada: esa que cuando termina estallando lo hace a borbotones.

De hecho, llegados a este punto y tras las pistas del cuarto episodio (Poor Sisyphus), la teoría de que el homicida de la cándida Erin y el secuestrador inquietante que conduce una furgoneta pudieran no ser la misma persona, no parece tan descabellada… ¿O quizás todos estos crímenes están relacionados y hay demasiados fantasmas pululando en esta comunidad hastiada de sí misma?

Hemos elegido 5 personajes sospechosos de Mare of Easttown (algunos en pareja…) que encarnan la sombra de la duda. ¿Quién estará realmente involucrado en las desapariciones de las menores? ¿Será también el asesino de Erin? Nos quedan 3 episodios y demasiadas incógnitas por resolver.

Richard Ryan

Cinemanía

El hombre tranquilo. ¿Demasiado tranquilo? Interesante, plácido, vulnerable, honesto… Richard Ryan parece estar únicamente interesado en llevar una existencia apacible como profesor, darle una nueva oportunidad al amor con Mare y llevar un perfil bajo como recién llegado a la comunidad.

Pero, ¿liarte con la detective que está tratando de encajar las piezas del puzle es realmente un perfil bajo? No para nosotras, encanto. ¿Estaremos ante la estrategia perfecta para distraerla del foco del mal?

La verdad es que no estaría nada mal que la vida le diera un respiro a Mare, y pudiera disfrutar de las mieles del amor maduro con este atractivo escritor de un solo éxito editorial. ¿Demasiado bueno para ser verdad? ¿Puede fiarse realmente de él?

El diácono Mark Burton

Cinemanía

“Con la iglesia hemos topado”. La verdad es que este sacerdote, de gesto apacible y beatón, se ha ganado a pulso que se nos ponga la carne de gallina cada vez que ocupa unos minutos de pantalla.

Si ser la última llamada registrada en el teléfono de Erin y arrojar su bicicleta al río no fuera suficiente, tratar de esquivar las inquisiciones del detective Colin Zabel tampoco le ayuda a quitarse el sambenito de ser uno de los principales sospechosos. Máxime cuando los motivos de su transferencia a esta nueva parroquia podrían relacionarse con la denuncia de los padres de una menor por presuntos abusos sexuales.

Pero, ¿quién es la fuente anónima que aporta esta nueva información? ¿No será el verdadero culpable tratando de escurrir el bulto?

Por otro lado, el propio primo de Mare, el padre Dan Hastings, también genera cierta desconfianza. ¿Será él quién está involucrado en el asesinato de la joven y trata de desviar la atención hacia el nuevo párroco? ¿O realmente más bien está dispuesto a proteger a su compañero (y a la institución) a toda costa?

Aunque si algo nos ha enseñado el whodunit, es que nunca debemos fiarnos de las pistas más evidentes. Porque la verdad se esconde en aquellas pequeñas pistas que, quizás por sencillas, pasaron totalmente desapercibidas. Y la teoría del diácono Mark Burton es demasiado fácil, ¿verdad?

Frank Sheehan

Cinemanía

Un padre enrollado, cariñoso con su futura nueva esposa y que emocionalmente parece gestionar muy bien el suicidio de su hijo drogadicto. ¿Tan perfecto es Frank Sheehan?

Quizá la teoría de que el ex marido de Mare es el asesino de Erin se ha desinflado un poco conforme la trama ha ido dando algún que otro volantazo. Cierto es que las pruebas de ADN determinaron que no es el padre de DJ, y que la coartada de la borrachera de su despedida de soltero es bastante sólida. Pero el hecho de que desde un primer momento mintiera acerca de su vinculación con Erin nos hace permanecer alerta.

¿Y si el gesto de Frank de comprarle pañales y leche de fórmula al hijo de Erin no se limitase exclusivamente a la solidaridad? ¿Sabe algo que no quiere que salga a la luz?

John y Billy Ross

Cinemanía

Hay algo muy perturbador en las sutiles reacciones de estos dos hermanos durante su tiempo en pantalla; especialmente en la mirada un tanto huidiza de John, quien además es el marido de uno de los principales apoyos que Mare tiene en su comunidad: su mejor amiga Lori.

Ambos son, además, primos de Kenny McMenamin, el frustrado, violento y alcoholizado padre de Erin (quien tampoco está del todo exento de sospecha).

¿Nos estaremos volviendo paranoicos o verdaderamente alguno de estos dos hermanos (o ambos) están implicados en los crímenes de este pueblo de Pensilvania?

El mirón espectral

Ya casi se nos había olvidado la denuncia de Betty Carroll en el primer episodio de Mare of Easttown: la vecina chismosa y asustadiza (aunque razones para permanecer inquieta tampoco le faltan) que alertaba de la presencia de una figura siniestra merodeando por el vecindario. Un mirón encapuchado “con cara de hurón” que dio un susto de muerte a su nieta al ser descubierto mientras ésta se disponía a darse una ducha.

Poco tiempo después, a Mare le parece haber visto una figura siniestra que encajaría con la descripción, amparado por la nocturnidad en un callejón. ¿Una visión real u otra de las apariciones fantasmagóricas que habitan en el agotado subconsciente de la detective?