La divertida diferencia entre la película y el libro de 'Harry Potter y el cáliz de fuego' que pasaba desapercibida

Las cintas de la saga de J.K. Rowling difiere en muchos puntos con la literaria, y algunos de ellos aún permanecen a la espera de ser descubiertos. Uno de los más recientes tiene como protagonista a Dumbledore, interpretado en la película por el difunto Michael Gambon. 
'Harry Potter y el cáliz de fuego' (2005)
'Harry Potter y el cáliz de fuego' (2005)
WARNER BROS
'Harry Potter y el cáliz de fuego' (2005)

Puede que no sea la mejor ni la más recordada de la saga original, pero el embrujo del niño que sobrevivió es tal que hasta sus aventuras menos lucidas siguen dando que hablar. Harry Potter y el cáliz de fuego aborda el cuarto año escolar de la promoción más famosa de Hogwarts y fue, como todas las películas anteriores y posteriores, un éxito: en España, se coló entre las 100 más vistas de la historia al recaudar casi 20 millones de euros, superando a otras como Gladiator o a una más reciente que muy difícilmente le dará ya caza: Oppenheimer

Casi veinte años después de su estreno, Harry Potter y el cáliz de fuego permanece de actualidad gracias a su disponibilidad en el catálogo de HBO Max. La plataforma, que se embarcará pronto en la polémica adaptación de las novelas de J.K. Rowling para convertirlas en serie, recibe la visita diaria de cientos de potterheads (pues este ese el nombre que han elegido), que ansían rememorar las andanzas de un mago que conocen al dedillo. O, quizá, no del todo. Harry Potter aún guarda un par de conejos en el fondo de su chistera. 

Fotograma de la película 'Harry Potter y el cáliz de oro'.
Fotograma de la película 'Harry Potter y el cáliz de oro'.
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Relájate, Albus

Nunca le preguntes a un verdadero amante de Harry Potter en qué se diferencian la saga literaria y la cinematográfica, porque correrías el riesgo de que te respondiese. Si bien es cierto que, como en toda versión, se abrió una brecha entre ambos títulos, muchas de las imperdonables variaciones son en realidad detalles simpáticos y difíciles de advertir. El último se encuentra en Harry Potter y el cáliz de fuego, y su protagonista es nada menos que Albus Dumbledore, el mago de todos los magos.

En la cuarta novela, Hogwarts se convierte en la sede de un torneo capital en el mundo de la brujería: el de los Tres magos. Los alumnos mayores de 17 años de cada uno de los tres colegios de magia y hechicería pueden participar: basta con depositar un papel con su candidatura en un gigantesco cáliz que, al cumplirse el plazo, escupirá tres nombres a razón de un campeón por centro. El problema es que, el año en que Harry pensaba asistir como público al torneo, el cáliz no queda satisfecho con una terna de brujos y decide sumar un competidor más: el ubicuo amigo de Ron y Hermione, cuya edad lo hacía inapto para disputarlo. 

Debido a que las reglas que regían el concurso eran rígidas y, en principio (como así le ocurre a los gemelos Weasley), cualquiera por debajo de los 17 años sería incapaz de poner su nombre en el cáliz, Dumbledore monta en cólera. Pero en una cólera muy inglesa: Rowling escribe que el mago se volvió hacia su alumno preferido y le preguntó si había echado su “nombre en él cáliz de fuego” en un tono “calmado”

El recientemente fallecido Michael Gambon, que interpreta a Dumbledore en esta versión, el director Mike Newell o el guionista Steve Kloves no fueron capaces de mantener la flema británica del vetusto mago y, en la película, Dumbledore pierde los estribos. Al reparar en Harry, el brujo se abalanza sobre él y, agarrándolo por las solapas de la túnica, le grita si había intentado hacer trampas. Harry lo observa atemorizado y le responde que no. Tal vez, pensando en que una buena dosis de Petrificus totalus era lo que necesitaba su maestro en ese momento. 

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