20 años sin Elia Kazan, un director marcado por la “caza de brujas” en Hollywood

El realizador de origen griego fue uno de los más importantes de la era dorada del cine. Admirado por muchos, también fue odiado por bastantes colegas de profesión por su implicación en la persecución de comunistas en los años 50.
Se cumplen 20 años del fallecimiento del director.
Se cumplen 20 años del fallecimiento del director Elia Kazan.
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Se cumplen 20 años del fallecimiento del director.

La era dorada de Hollywood dejó multitud de directores que hoy en día están considerados como algunos de los mejores de la historia, tanto en España como en todo el planeta. John Ford, Howard Hawks o Frank Capra siguen siendo recordados hoy en día, y en esa lista de realizadores míticos está incluido el nombre de uno de los más polémicos: Elia Kazan. Nacido en Turquía pero de origen griego, fue el encargado de rodar algunas de las cintas más importantes de todos los tiempos.

Fundador en 1947 del célebre Actor's Studio, donde se formaron multitud de 'actores de método', una forma de trabajar que aún sigue trayendo cola, fue el descubridor de alguno de los rostros más reconocibles de todo Hollywood. Pero no solo dejó huella en el séptimo arte, sino que también lo hizo en los despachos del Senado. 

Durante los años 50, en pleno macartismo, Kazan se ganó el odio de muchos de sus colegas de profesión debido a participar en la 'caza de brujas' del senador republicano hacia cualquiera que tuviese relación con el comunismo, una persecución que se puede comprobar en una de las líneas narrativas de Oppenheimer. 

Los comienzos de Elia Kazan

Elia Kazan no comenzó en el cine, sino en el teatro. Estudió en Yale y en Julliard, donde formó un grupo de actores que realizaban obras con fuerte contenido social. A pesar de que el futuro director empezó su carrera subido a las tablas, sobre las que incluso compartió escenas con Humphrey Bogart en El segundo hombre, se dio cuenta de que su verdadera pasión y talento se encontraba detrás del telón. 

Elia Kazan y su grupo de teatro en 1938
Elia Kazan y su grupo de teatro en 1938
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Adaptó numerosas obras de escritores, como La muerte de un viajante de Arthur Miller, Thunder Rock de Robert Audrey o Un tranvía llamado deseo de Tennessee Williams, que llevaría a la gran pantalla años después y que se convertiría en una de las películas más recordadas de la historia del cine. Kazan se formó un nombre en los teatros, lo que, en la década de los 40, le llevó a Hollywood.

Actor's Studio y descubrimiento de actores legendarios

Tras dirigir su primera producción cinematográfica, Lazos humanos (1944), Kazan fundó en 1947 el conocido Actor's Studio junto a Robert Lewis y Chreyl Crawford, una escuela de arte dramático en la que se enseñaba a los actores a trabajar bajo el 'método'. La institución cobró gran relevancia bajo la batuta de Lee Strasberg, y de ahí salieron algunos de los nombres más importantes del siglo XX, como Marlon Brando, Paul Newman, Marilyn Monroe o Montgomery Clift. 

El mismo año que creó la escuela también realizó tres largometrajes más: El justiciero (1947), protagonizada por Katherine Hepburn, Mar de hierba (1947) y La barrera invisible (1947), que le valió el primer Oscar a mejor director. Ya en la década de los 50 se estableció como uno de los mejores directores de Hollywood, con películas que han trascendido el tiempo como Un tranvía llamado deseo (1951), ¡Viva Zapata! (1952) 

¡Viva Zapata! (1952): macartismo y traición

Precisamente esta última película marcó la caída de Kazan en lo que a las relaciones con sus colegas respecta. La cinta narra la revolución mexicana de Emiliano Zapata en la década de 1910. El director trató al guerrillero como un gran líder, pero sin dejando caer que todos los movimientos revolucionarios se convierten en aquello que pretenden destruir: corrupción y represión, en una clara denuncia del comunismo.

Marlon Brando y Jean Peters (1952)
Marlon Brando y Jean Peters (1952)
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En 1952, además de estrenar ¡Viva Zapata!, también se vio obligado a declarar ante el Comité de Investigación de Actividades Antiamericanas en plena 'caza de brujas'. Kazan no solo confesó haber pertenecido al partido desde 1934 a 1936, sino que tiempos después también delató a algunas personalidades de Hollywood (e incluso nombres de algunos de sus amigos en el grupo de teatro) que habían tenido relación con dicha organización política.

Muchos consideraron a Kazan como un traidor a partir de ese momento, y aunque siguió haciendo obras maestras, multitud de personas le perdieron el respeto. De hecho, en 1999, cuando recibió el Oscar honorífico, algunos de los asistentes a la gala en el Dolby Theatre no participaron le ovacionaron, e incluso hubo quien ni siquiera aplaudió cuando el director salió a recoger la estatuilla.

El realizador incluso introdujo numerosas críticas al entramado comunista y a las revoluciones en otra de sus películas. En La ley del silencio, retrata a los obreros del puerto liderados por Marlon Brando, que en la realidad simpatizaban con las tesis de Marx y Engels, como unos simples títeres de la Mafia.

Mejores películas de Elia Kazan

Ese Oscar por su trayectoria fue el tercero que obtuvo Kazan. Los otros dos los ganó medio siglo atrás, el primero con La barrera invisible (1947) y el segundo con La ley del silencio (1954). El director estuvo nominado en otras tres ocasiones, por Un tranvía llamado deseo (1951), Al este del Edén (1955) y América, América (1963). Pero también tiene otras obras maestras que optaron a los galardones, como Un rostro en la multitud (1967), Río Salvaje (1960) o Esplendor en la hierba (1961). Todas ellas le establecieron como uno de los mejores directores de la historia del cine.

El que posiblemente sea el mejor actor de todos los tiempos se curtió en el teatro interpretando al bestial Stanley Kowalski. Subido a las tablas es donde, arrebatado, lo vio Elia Kazan y lo fichó para su inmensa obra cinematográfica, ambientada en una calurosa Nueva Orleans y en la que se suda a mares., , Pero Kazan no fue el único en querer adaptar la exitosa obra de Tennessee Williams al cine. Antes lo había intentado William Wyler con Bette Davis en el papel de Blanche DuBois. Podría haber sido otra joya, pero Vivien Leigh estuvo inmensa. Por cierto: la pobre acabó tan tarada como su personaje en la vida real.
James Dean en 'Un tranvía llamado deseo' (1951)
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Casi sale en 'El Padrino II' y su nieta sigue su legado

Kazan no solo dirigió algunas de las mejores películas de la historia, sino que incluso pudo aparecer en la que para muchos es una de las mayores obras cinematográficas de la historia: El Padrino II (1974). Francis Ford Coppola quería que interpretase a Hyman Roth, un mafioso hotelero que quiere acabar con la vida de Michael Corleone. Finalmente, quien encarnó al empresario en la secuela fue, curiosamente, Lee Strasberg, quien también fundó el Actor's Studio junto a él.

En lo que a su vida personal se refiere, Elia estuvo casado con tres mujeres, con las que tuvo cinco hijos, y muchos de ellos trabajan en la industria del cine. Su nieta Zoe Kazan (La balada de Bustier Scruggs, 2018, She Said, 2022), dirigirá un remake de Al este del edén para Netflix, casi siete décadas después de que lo hiciese su abuelo.

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