Los responsables del comercio presentaron denuncia en dependencias de la Benemérita alertando de que una o varias personas habían entrado en sus instalaciones forzando una puerta trasera y una ventana para sustraer de su interior cuatro ordenadores portátiles y 9.000 euros de la caja de seguridad, según informa la Benemérita en una nota este domingo.

Tras la inspección ocular, los guardias civiles encargados de la investigación localizaron una huella dactilar que podía pertenecer a uno de los autores del ilícito, cotejando la misma con la base de datos buscando un posible positivo.

Recibida la identidad del informe lofoscópico, y corroborada la identidad del posible autor, se verificó que el mismo era un joven marroquí vecino de la localidad y con numerosos antecedentes policiales por delitos contra la propiedad, por lo que se procedió a su búsqueda y detención.

El dinero y los ordenadores sustraídos no han podido ser recuperados, si bien continúa abierta la investigación hasta el total esclarecimiento de los hechos, según precisa la Guardia Civil.