El pintor Carles Gomila es un amante de la representación clásica del cuerpo: "Me parecen la forma más exquisita que conozco de representar la figura humana". En la imagen, 'La adivina francesa'
Carles GomilaAunque la tradición mediterránea invade a las musas de motivos marítimos, alusiones al vino, al carnaval, a la mitología griega y a los iconos religiosos, el menorquín también se deja arrastrar por el exotismo
Carles GomilaEl artista busca en sus obras "la convivencia entre lo bello y lo perturbador, lo clásico y lo moderno, el
artista y el espectador"
"Lo que me gusta más del Mediterráneo es esa ambigüedad entre lo sagrado y lo profano: la profanación de lo sagrado y la sacralización de lo profano"
Carles GomilaCarles gomila hace una interpretación del Principito de Saint-Exupéry: "Estaba harto de tantas ilustraciones blandas; un personaje tan ambiguo e interesante merecía un tratamiento menos infantiloide (que no infantil) que lo dignificara (...) Me inspiré en los antiguos maestros holandeses (Holbein, concretamente) y en el manga japonés. Buscaba una hibridación complicada de estilos para realzar la androginia y el exotismo
Carles GomilaEmplea técnicas pictóricas artesanales -como las capas de témpera al huevo- sin olvidar la comodidad del acrílico, pero es maniático con las pinturas, que él mismo mezcla antes de empezar a pintar
Carles Gomila